domingo, 30 de septiembre de 2012

Nada ni Nadie

Clok

Suena la segunda lata del día, al abrirla después de borrar todo lo que había en mi pizarra. Me quedó claro que ya no tenía sentido que siguiera allí.
Me volví a acostar, pensaba en que ahora es terrible que me empiece a dar alergia el pelo de mis gatas. Llego a mi casa y no paro de toser, aunque ahora con la ventana abierta se aligera mi tos.

No sé qué pasó con mi bicicleta. Es como si quisiera hacerme la carrera más difícil, y de pronto dejó de ser ella misma. No noté nada cuando la miré, esas fallas usuales, algún ruidito en particular. Sólo era como si no quisiera que la montase.
Así que otro pilar cayó.

Se me fue la imaginación.
Ahí quedó el post.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Medida

Al fin hoy fue el control de tan terrible ramo. Después de haber estado una semana entera sufriendo, sabiendo que me iba a ir mal, con el rumor de que teníamos que estudiar de un control del 98, llego el tan ansiado día y casi me quedo dormido.
Efectivamente, el control fue casi similar al de catorce años atrás, y me fue mejor de lo esperado.
Igual que ayer, la luz apagada, una vela que alumbra desde mi velador, y música de fondo del carrete de al lado.

Después del control corrí a hacer clases, un poco más de dos horas y el Pedro me llama. Me pregunta como me fue, me dice que esta lloviendo, y que me invitaba a almorzar.
Fui sonriendo en la bici, persiguiendo a la nube que llevaba toda el agua hasta que la alcancé al llegar, comimos, nos tomamos unas morenitas, una once estupenda y me vine.

La bici estaba en una velocidad liviana, así que me vine a mi casa pedaleando harto y avanzando poco, sintiendo que a pesar de demorar mucho, no me cansaba.
Un señor vagabundo que me sonríe y saluda, una farmacia donde venden anilina verde y un camino casi recto.

Ahora estoy esperando que el agua caliente para ni pantalón y listo :)

jueves, 20 de septiembre de 2012

Me voy a la playa

Y como era de esperar, mi no-polola se demora infinito en estar lista.

Y era el ruido del mar lo que me hacía ir. Pero no ese ruido cualquiera, sino el poder arrugar los dedos de los pies y sentir la arena que se queda pegada y te hace sentir bacán.
El viento que te trae ese olor, los sonidos de los pájaros que ya no se alimentan como antes, las páginas del libro se mueven solas y recuerdas cuando ese libro de mil quinientas hojas se te cae al mar y gritas: mierda.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Dieciocho

Es fiestas patrias, tengo frio en las piernas porque no me he puesto pantalones, el café con crema se me acabó y al lado mio suena mi x-mini, reproduciendo los temas de Pedro Aznar que hay en el Ipod.

Debido a una torpeza no reconocida, y a unos niveles de alcoholismo no menores, mi equipo de música, el computador y el teclado quedaron la noche afuera. Pero no era cualquier noche, al poco rato la lluvia se hizo prensente y con pocas ganas arruinó el teclado. Al PC no le pasó nada, y aún tengo miedo de conectar el equipo a la corriente.

Mientras pasa todo esto, los infortunios con el teclado son considerables, mi polola me engaña y dice que no vendrá cuando sí vendrá, suena música en muchas casas cercanas, la gente celebra que es dieciocho de septiembre, pienso que volvió a pasar harto tiempo sin que escribiera. Aún me sigo dando vueltas, viendo quién actualiza y qué, pero ya no es lo mismo.
Todo lo que tengo que escribir se vuelve fome cuando lo redacto, o pierdo el hilo o las ideas.

Mañana es el cumpleaños de mi papá, tengo su regalo guardado en mi closet.
el telado urio y no puedo seguirtg esribiendo agfué

lunes, 10 de septiembre de 2012

Casi sin pensarlo

Me subí a la primera micro que vi, cargando con cuatro vinos en mi mochila.

Arriba me di cuenta que no sabía bien donde iba esa micro, la había tomado antes y de un modo bastante intuitivo sabía donde iba. Saqué el libro y me puse a pensar en nada, mientras la micro recorría las calles de una comuna que dejé de lado hace bastante tiempo. De pronto reconocí esas calles, ese local donde solía comprar donas, esa vereda por la que andaba en bicicleta, esa vuelta que nunca entendí, ese pasto largo en esa esquina sin construcciones.
Miré a los tejados, como si hace años que no viera esa escena y fui cómplice de mi mismo al pensar en el porqué había tomado esa micro.

De pronto las ganas de hablar, el sentimiento de pesadumbre que el día anterior me había provocado cambiaron. Ya no fueron las mismas que la noche anterior.
Quedó esa promesa aún sin cumplir.
Y las disculpas en la boca.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Me siento enojado

Enojado, y con ganas de romper cosas.
No entiendo mi vida, quiero dormir pero tengo que terminar de revisar el montón (más de la mitad) de controles que me quedan, tengo que aclarar mis sentimientos, quiero sentir sus brazos, quiero hablar, quiero actuar conforme a lo que pienso, quiero saber qué cambiará, quiero saber si es suficiente con querer.

Me gustaría una persona, y no un personaje.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Al fin, se decidió

Después de unos cuantos días de sentimientos alocados, no saber bien qué hacer en esa situación, no saber que pasará y a ratos estar triste, en otros indiferente y en otros despreocupado, pasó lo que iba a pasar.
Me dijo que quería que termináramos, que estábamos puro weando.
Y con esa frase dicha, se van todas esas ensoñaciones sobre lo que iba a pasar, todos los sueños, todas las proyecciones y todo ese amor que quedó por dar.
Y es que era la primera vez que me enamoraba de ese modo.
Ahora espero no dejar de creer en el amor, ni madurar demasiado por supuesto.

Hace algunos meses

Muchos meses en realidad, que estuve un poco obsesionado con Salinger. Cada cierto tiempo hay autores distintos, y en ese momento, era la cumbia.
Y en las varias lecturas que le di al libro Nueve Cuentos, creo que rescaté este párrafo que me gustó, y creo que así he reaccionado los últimos días:

...

Ya veo que no te importa --dijo Boo Boo.
Su cigarrillo formaba un ángulo inusitado con sus dedos: la brasa ardía peligrosamente cerca de uno de sus nudillos. De pronto sintió el calor y dejó que el cigarrillo cayera al lago. En seguida sacó algo de uno de sus bolsillos laterales. Era un paquete, más o menos del tamaño de un mazo de naipes, envuelto en papel blanco y atado con un acinta verde.
 -Este es un llavero -dijo, sintiendo cómo la mirada del chico se alzaba hasta ella-. Igual que el de papá. Pero tiene más llaves que el llavero de papá. Este tiene diez llaves.
Lionel se inclinó hacia adelante en su asiento, soltando el timón. Extendió las manos en actitud de recoger
.-¿Me lo tiras? -dijo-. Sé buena.
-Vamos a pensarlo un poco, Rayito de Sol. Tengo que meditarlo. En realidad, debería tirar este llavero al lago.
Lionel la miró con la boca abierta. Cerró la boca.
 -Es mío -dijo, con una entonación cada vez menos imperiosa. Boo Boo, mirándolo, se encogió de hombros.
-No me importa. Lionel se arrellanó lentamente en su asiento, observando a su madre, y estiró la mano hacia atrás para tomar el timón. Sus ojos reflejaban una pura percepción, como su madre sabía que reaccionaría.
-Toma -Boo Boo le tiró el paquetito. Aterrizó perfectamente entre sus piernas. Lionel lo contempló un momento, lo alzó, lo examinó en su mano y lo tiró luego de costado, al agua. Miró en seguida a su madre, pero en sus ojos no había desafío sino lágrimas. Un segundo después su boca se distorsionaba hasta tomar la forma de un ocho horizontal y se ponía a llorar copiosamente. Boo Boo se incorporó, con cuidado, como alguien a quien se le ha dormido un pie en el lecho, y se introdujo en el chinchorro. Un instante después estaba sentada en el asiento de popa, con el navegante en su falda, y lo mecía y le besaba la nuca y le daba algunos datos:
 -Los marineros no lloran, querido, los marineros nunca lloran. Solo cuando se les hunde el barco. 0 cuando naufragan, y están en la balsa, sin nada para beber salvo...
...

Y no quiero seguir tirando al agua las cosas que quiero. No quiero.
A hacer las cosas bien, y jugarmela con todo!

martes, 4 de septiembre de 2012

Día culiao

Me desperté temprano con la intención de venir a clases, pero ese sueño acumulado de no poder quedarme dormido, una cuota de insomnio y otra de dormitar y no descansar me hicieron optar por no venir al eh.
Me levanté para venir a inglés, pero esa micro que nunca pasó y que me hizo llegar tarde provocó que fuera inútil entrar a clases, si llego tarde no quedo presente.

Me vine al canal, me fumé un cigarro y escribí esto.

Ahora, acabo de hablar con ella y me dice que no veremos la película...

Tenía un sabor agrio

Y bastante seca la boca.
Me levanté a buscar agua a la cocina en el vaso gigante que me regalaron para mi cumpleaños pasado, y mientras los pies se me enfriaban rápidamente pensé que ese estado, al cual aún no le pongo nombre era lo más cercano que puedo concebir como ser adulto. Irónico el hecho que después de afeitarme y parecer aun más un pendejo, estaba más cerca de la adultés, esa que tanto me pediste.

Y me parece un tanto extraña esta situación, siento una seguridad, más como un sino que como una certeza, de que me dejarás, que como eres capaz de aburrirte y desaburrirte rápido no te va a costar olvidarte de mi, y seré solo un capítulo de tu vida, tal vez como un amor de verano que duró más de lo adecuado, pero un amor de verano al fin y al cabo.

En vez de insistir que me aburriré de ti es mejor no hacer cosas que aburren. Siempre es mejor solucionar los problemas y los finales tristes que solo enumerarlos.

lunes, 3 de septiembre de 2012

While my guitar gently weeps

Después de casi tres años desde que escuché por primera vez a Pedro Aznar, en ese parque O'higgins lleno acompañado de esas personas que siempre han estado y otras que no están, encontré al fin la canción que hizo que me gustara.
Fue un poco de suerte, un poco de añoranza, pero ahora que tengo la canción que quería la pasaré al ipod y podré ir escuchandola, suavemente, en esos viajes interminables en micro.

Estábamos hablando con Martín, ya había pasado el arrebol y salían las primeras estrellas, de amores y desamores. En eso le dije: cállate, escucha la canción que este weón está tocando, y disfrutamos en silencio casi toda la canción.
Después vino el reconocimiento de Décimas, para luego irnos, un poco embriagados por todo lo que había pasado ese día.

Ayer, había decidido junto con muchas otras cosas dejar de bloggear.
Ya no me interesaba como antes, y dentro de las últimas cosas que han pasado en mi vida no me sentía cómodo exponiendo todo acá, con la simple excusa de querer escribir. Seguiría escribiendo, pero dejando todo como un borrador, como usualmente expresamos lo que no queremos decir.
Pero de pronto me metí al blog, vi que Troche había subido una nueva foto (el gato lo saqué de su blog) y me animé. Por qué no?

Ya no estamos juntos y todo es raro. Creo que me he convencido de a poco que no me gustan las situaciones en las que no sé nada, y esta es una de ellas.
No entiendo, y las cosas que sé no sirven de mucho para poder pensar.
Pero de a poco vuelvo a entender todo. Poco a poco. Pasito a paso como dirían las hijas de mi prima.
Pero luego todo se desmorona denuevo, y no entiendo nada y no quiero nada.

Cosas que hice:
Dejé de usar el aro en la oreja.
Me afeité el bigote.