lunes, 18 de octubre de 2010

Hoy fue un día raro

Me lesioné el hombro.
Estaba en acondicionamiento físico y por no tomar atención me pasé a llevar el hombro izquierdo con una barra de madera.
Crujió de una manera hermosa, como uno espera que suene un hueso al romperse. No dolió en el momento.
La clase siguió, todo piola.
Ya como a las dos horas empezó una molestia molesta (valga la redundancia) y me urgí.
Fui al semda y me dicen: No, cagaste. Tienes que pedir hora y en volá hay pal miércoles, lo mejor es ir con las asistentes sociales a que te pasen la hoja de seguro escolar y partes a la posta (a la posta central!!)
Las clases terminaron, cancelé una clase particular que tenía programada y partí a la posta.
Allá se demoraron en atenderme, todo era feo y raro. No me sentía agradado sin embargo me gustaba ver todo eso. Pensé que si fuese estudiante de medicina, trabajar allí me hubiese fascinado.
Pero lo que más me impresiona a un tiempo y me conmueve a otro es que, de modo paradójico, no me importa.
Era como la sensación que tuve el domingo. Estaba en fantasilandia y mientras que algunos estaban muy nerviosos antes de subirse a algún juego yo estaba relajado.
Muy piola.
Como que lo de hoy fue parecido.
Ahora, dos semanas con licencia.
trágico, no?