viernes, 3 de junio de 2011

Lugares felices

Hoy doné sangre.
Es mi quinta vez desde que pude empezar a donar. Según la organización que me sacó sangre, lo esperable es que una persona pueda donar al menos como 25 veces antes de cumplir 50 años. Ya llevo un quinto.

No quería estar en clases. No me sentía bien, el deportivo me dejó cansado (volvió la maldita tendinitis) y después de donar sangre tenía ganas de dormir. Tenía que hacer clases particulares, así que tomé mis bolsos y partí.
Me bajé de la micro y pensé. Nunca he estado mucho rato en mi lugar feliz.

Antes de seguir tengo que explicar qué son los lugares felices. Imaginemos que vamos por la calle y en un lugar sentimos que el aire es más puro. O el cielo más alto. O tranquilidad. Si pasa más de una vez, entonces ese será uno de tus lugares felices. Hasta ahora he descubierto sólo uno en Santiago. Metro Grecia. Antes no me gustaba, el cambio que hubo, una rotonda verde a una estación de metro gris me deprimía un poco. Un día pasé por allí, llené mis pulmones, miré el cielo y me sentí mejor. No supe que ese era mi lugar feliz hasta un tiempo después. No me gusta el lugar, pero nosotros no elegimos los lugares felices. Es más como si ellos nos eligieran a nosotros.

Condiciones para saber si un lugar feliz es efectivamente un lugar feliz. No debes pasar por allí mucho. Quizás uno o dos días a la semana. Es necesario dejar que se recargue. Si pasamos mucho, se agota y deja de ser un lugar feliz.

Entonces hoy, pasé por allí y decidí fumarme un cigarro. Lo tenía enrolado desde el Martes. Lo prendí, me senté al sol y aspiré. Me mareó más de lo que esperaba. Debe haber sido la falta de sangre. Fumé más de la mitad, vi pasar gente. En realidad no era gente que quisiera que estuviera allí. Si me hubiesen preguntado no habría dudado en decir quién quería que estuviese allí. Pero es un lugar feliz po. Así que ná.

Tomé el metro. Sentí que me alejaba y me sentí cansado. Sólo quería dormir.

Es agradable tener un lugar que, a pesar de no saber a ciencia cierta si es verdá, es un lugar feliz.