jueves, 28 de septiembre de 2017

Amor real

El otro día me sorprendí y me puse muy contento cuando la felicidad desbordaba de su ser, el amor envolvía el ambiente y esa felicidad, tan tranquila y maravillosa mecía nuestras vidas.
Se debía en gran parte a la conversación acerca del futuro de nuestro amor que ocurrió mientras estábamos sobre la cama, mirando el techo a veces, a nosotros otras, cuando de dentro de mis consideraciones y esperanzas salió lo que era una declaración de amor, una declaración fuerte de que lo nuestro es en serio, implacable y profundo. Me pareció bacán saber que algo que yo consideraba hasta tonto, y me costó que saliera, (todo partiendo por un ted talk que vi hace años) era a su vez tan rico, se podía sacar tanto amor de ahí.

Fue su cumpleaños, y en medio de las cervezas me sentí especial ahí en medio. Le tomé el peso a lo que significa estar juntos a esta edad, con este compromiso, con estas ganas. De pronto era tangible la construcción social que hay detrás de estar juntos, ya no como individuos separados del resto viviendo un noviazgo en la isla del amor, sino como miembros activos en nuestra sociedad, donde la relación impacta sobre los medios de cada uno. Ahora era parte de su familia, y eso me ponía muy feliz.

Fue su cumpleaños y siento que quiero estar siempre ahí.