lunes, 18 de abril de 2011

Odio cuando ocurre esto

Hoy tenía muchas historias que contar por acá, pero al momento de escribir las olvidé todas.

En la mañana, tomé la micro como casi todas las mañanas sin pensar que pasaría algo diferente.
Me bajé en macul con grecia y vi la primer señal de que ese día sería distinto.
Vi a alguien conocido.
De un modo extraño, esta visión fue secundada por otra persona que conocí hace un par de meses. No saludé a ninguna.
Cuando miraba para atrás viendo si esa persona se acordaba de mi, vi a otra persona conocida, por lo que miré hacia adelante esperando que nadie me hubiese reconocido.
Supe que algo raro ocurría. Era raro ver a tantos conocidos.

Cuando cruzaba la calle, empecé a sentir que la mayoría de las personas que estaban allí yo las conocía, de un modo u otro. Ya sean amigos de mis amigos o bien carreteando.
Contaba el número de personas con preocupación cuando me di cuenta que en el paradero estaba Martín, el viejo y bueno de Martín.
Lo saludé, haciendole notar que hoy sería un día raro. No todos los días te encuentras con las personas en la mañana.
Desde ese momento, hasta entrar a clases, debo haber visto 10 conocidos más.

Creo que hoy fue el día conocido