viernes, 20 de mayo de 2011

Segundo día

Mi primer puro.
Aún existen primeras veces.

Estoy sin internet, escribiendo en un block de notas.
Aún recuerdo cuando me gustaba escribir de esta forma, después imprimía y archivaba.

Acá todos llevan archivador. El día se nos hizo corto. Compré muchos libros. Hoy gasté 500 pesos. Unas 60 lucas. Quizás más.

Fuimos a un supermercado, compramos mucha cerveza y unas cuantas cosas para picar.
Aún no le compro nada a mi familia. El sábado, acordamos, será el día de comprar souvenirs.
Debo estudiar y no quiero.

Estaba leyendo a Bukowski, esa prosa ligera cargada de obsenidades y experiencias de un hombre que, aceptemoslo, me daría miedo vivir su vida. Sin embargo, al leerlo es apasionante.
Escucho a The Doors. Después del documental "People are Strange" me volvieron a gustar. Como antes.

Martín está abajo, leyendo, fumando. Ha cambiado. Me gusta.

Hago hora. Dije que vendría a dormir un rato antes de salir al boliche, como les llaman. Hoy iremos a bailar.
Ayer llegamos temprano, no sabíamos dónde estaba el carrete por acá.
Quedan tres litros de cerveza. Quizás nos tomamos uno antes de salir. Tenemos dos cupones, uno para cerveza, otro para un trago que no me gusta. No sé si es caipiriña o algo así. De todos modos, tomaré para entrar en mi estado nirvana y poder bailar con lo que llegue. Me alegra estar acá. Gastando todo, sin sentir culpabilidad. Sintiendo la juventud de nuestros cuerpos.

Tengo el pelo corto. De hace tiempo que no lo tenía así. Me gusta.
El peluquero me lavó el pelo. Se sentía agradable. Luego, llega otro y me dices: como lo quieres?
Distinto quería decir. Con esa palabra quería plasmar que quería cambiar. El pelo largo ya no me apasionaba. Era más de lo mismo, sentir calor, tener el pelo mojado mucho rato.
No era un trato.

Ahora tengo el pelo corto. Como alguien a quién recuerdo y quizás siento envidia. Una envidia discutible, es como sentir envidia por alguien que vive una vida distinta a la tuya, él sin saber que existo.

Cambio el tema. The End. Sabían que Jim escribió el tema pensando en una ex de su infancia. Debe haber quedado traumado. Y es que terminar una relación siempre deja en uno una marca.

Quiero que algo ocurra. No sé qué. Más bien no me importa qué. Sólo quiero que ocurra.
Martín dice que se me está pegando el acento. Me da risa y hablo con acento más marcado. Es agradable.

Tengo sabor a chocolate en los labios. Es agradable. Le llevaré a mi tío uno de esos puros. Otro para mi. Quizás sean dos.

Nos vemos, debo dormir. En una hora y media más al boliche.
Día dos, haz sido genial.

Apago la luz, me dispongo a descanzar un poco. Este resfriado no podrá conmigo. Tengo un chaleco nuevo, uno negro.

Desperté, nos tomamos un porrón como le dicen al litro de cerveza y partimos al boliche.
Allí estabamos medio funaos, nos tomamos una caipiriña y nos pusimos a bailar entre nosotros.
ALgo piola al principio.

Después terminamos bailando en un grupo grande, super cansados.
Nos devolvimos a la hostal como a las 5.30 am. Al llegar acá no sé por qué convencí a martin de tomar chela. Nos acostamos como a las 6.20.
He dormido nada.
Pero ese fue mi segundo día en mendoza.