lunes, 27 de febrero de 2012

Usé la bala con las hojas de mi planta y ahora veo todo de lejos. Es genial.

Canelo

Fue un día largo. Entre despertarme temprano y hacer como que ordenaba la pieza, tomar la bici, emocionarme y partir pedaleando pal cajón. Adelantando otros ciclistas, con la respiración entrecortada, maldiciendo el día que se me ocurrió fumar cigarros [los dejaré], subía y subía las pendientes, en el cambio pesado.
En la curva de la muerte llamo a Martín y le digo: estoy en el aire, ven a abrir.
Llegué y me quedé hablando con los tíos, tomando cusqueña. Pensaba en el cusco.
Choripanes con merkén, más cerveza y tiempo apretado para volver a mi casa. El viento en contra se hacía notar, pedaleaba hasta más no poder.

Acá almorcé un poco, y dormí. Llegó mi familia que hace tiempo que no veía. Tomé cervezas, nos reimos y recuperé el tiempo perdido, entre historias, chistes y recuerdos. Mucha torta, un café cargado entremedio y después se fueron.

Me quedé acá, aconsejando a mi hermano. En un rato fumaremos, subiremos y seremos hermanos.

No debo olvidar, mañana está de cumpleaños mi mamá.

Por cierto, mi sobrinito murió.