Llego, con los brazos helados y un gran dolor en la garganta y mi mamá se pone a gritar; que como podía ser tan weon, que ya no tengo la edad para andar haciendo weas y que si me resfrio cuatico no hay plata pa ir al doctor.
E igual que mi hermano, gritaba y gritaba lo mismo una y otra vez.
Y todo esto después de haber pasado de la peor manera posible el momento que quería pasar de la mejor.
Y no, no me da todo lo mismo...