Como que por harto tiempo mi vida estuvo en un limbo, una especie de calma inalterada. Algo como flotar, pero no con intención de flotar. Porque lo único que quedaba hacer era flotar.
Pero hace unos meses que esto cambió, es como si de a poco la tonalidad en blanco y negro que se exponía se fuese tornando a color, mientras que la velocidad de reproducción aumentó. A algo más que 24fps.
Aunque no sé bien qué pensar de todo lo que está pasando, hay como decisiones que no sé si tomar ni si me arrepentiré después.
Es decir, los últimos acontecimientos como que ni los esperé, sólo llegaron y no he hablado nada para pensarlos.
Así que a vivir nomás.
