jueves, 31 de agosto de 2017

Escritura

Una revelación (¿evidencia, razonamiento, idea?) que tuve estando en hongos fue que 'si quería ser escritor, bastaba con escribir'. 
Así me dispuse desde ese momento a escribir, saciar esas ganas de sacar palabras desde los dedos, desde atrás de mis ojos. No lo he logrado con la ambición que tuve, pero ha sido tranquilo.

Ahora leo a Kapuściński cuando cuenta sobre la vida y la labor del reportero, y cuenta su lado de escritor. 
En uno de los tantos párrafos de 'El mundo de hoy', Ryszard dice:

      'Escribir: se trata de encontrar la primera frase, una muy sencilla, digna del más elemental de los libros de texto para niños. En ella está la salvación: tirará de las siguientes.'

Leer el párrafo me recordó las muchas veces que encuentro, andando en bici, una de esas frases de inicio, que podrían tirar lo suficiente para sacar unas cuantas lineas de texto. Muchas se pierden.
Leer el párrafo además me motivó a levantarme, prender el pc y escribir por la escritura.

Quiero escribir más.

miércoles, 30 de agosto de 2017

martes, 22 de agosto de 2017

Hoy tembló en la mañana

Y me sentí inseguro.

Después de desayunar café con pan con queso y jamón, salir de su casa, y andar en bici, me sentí inseguro.

La inseguridad la tradujo en una inseguridad emocional, de pronto no estaba seguro de nada.

Hoy escuché ladrar a los perros, y me sentí inseguro. Lo asocié con el temblor y me dio un no sé qué en la guata, ganas de quedarme durmiendo.

Hoy te lo comenté y me respondiste que también habías sentido algo hacia mi. Después del otro temblor yo estuve en tu cabeza.

Volviendo de TM chateaba mientras mi hermana manejaba. 'Por dónde te vas?' le pregunté, 'por carlos valdovinos, que es más seguro, incluso hay una comisaría en el camino', seguí chateando hasta que sentí que mi hermana frenó y dobló hacia la izquierda. Calle oscura y sólo dos autos, el nuestro, y otro auto pirulo, atravesado en la carretera. Se bajan dos cabros, casi adolescentes, mientras mi hermana empieza a retroceder; pasa el cambio y avanza. Veo las pistolas y le digo: 'retrocede, retrocede, retrocede!!!'. Nos alejamos rápidamente mirando el estupor en sus caras, se saben fallidos y nosotros, en shock, nos arrancamos. Doblamos en una calle frente al tránsito y resolvimos irnos por Matta, que es más iluminada y que todo va a estar bien. Le recuerdo varias veces que maneje lento, que ya fue, que es peligroso ir tan rápido.

Ya volvimos, y colgué la ropa.
Nos tomamos medio litro de chela rápidamente, una colita, y resolvimos dormir.
Yo tenía que sacarlo antes.

jueves, 17 de agosto de 2017

Venía escuchando de NL

Aquella canción, que me atrapó, guió y esperanzó tanto mientras vivía fuera.
La última vez que la oí, fue una versión nueva, una versión que tanto más me gustó que la original.

Yo estaba sentado, quizás bebiendo de mi cerveza, quizás bebiendo de mi té, cuando las cuerdas de la guitarra empezaron ese rasgueo inconfundible, que había escuchado incontables veces, en incontables ocasiones, y cuando la letra venía a mi mente, aquella voz, que he llegado a amar, empezó a cantar...

Sólo tuve ojos, oídos y concentración para aquella voz, disfrutando y acompañando cada subida, cada bajada, mientras la guitarra acompañaba, embellecía e incrementaba el brillo de la voz. Una sonrisa se depositó en mi interior, bien guardadita, de esas sonrisas que son comodines para los momentos de inseguridad, que te reafirman lo que sabes y te hacen feliz, te envalentonan y te llenan de energía para construir, soñar y amar.

Después de ese día que no había escuchado denuevo la canción, hasta que hoy, después de terminar de pintar la pieza y compartir el tabaco y la cerveza con los hermanos Contardo, me vi esperando una micro solo en el paradero. La música iba por la letra M, pues antes venía escuchando Magma, y al bajar en el abecedario llegué a la N, y entré sin pensarlo dos veces. Los primeros diez segundos del disco fueron necesarios para abstraerme de allí, y volver a sentir esa capacidad de amar; de amar a la distancia, de desear y soñar, de pensar y recordar; que había sentido mientras pedaleaba, solo, al sol, soñando con ese amor a destiempo, ese amor inconcluso y poderoso. Recordé las muchas veces que canté, pensando en ella, las muchas veces que me volví loco estando de pie en medio de una afloración de rocas moradas en medio de las montañas, seguro de estar en un punto energético que permitía a mi amor volar, cruzar el océano, la cordillera y llegar hasta ti.

Todo eso estaba a flote mientras escuchaba la canción, y pasó la micro. Terminó y la escuché denuevo...

Me bajé de la micro y caminé al siguiente paradero. Mientras esperaba llegó una micro a oscuras, sin ninguna luz interior encendida. Se detuvo frente a mi, y cuando le pregunté si llegaba hasta Macul, me respondió que se iba por Vespucio. Se encargó de preguntarle a cada uno de nosotros hacia dónde íbamos, y en caso de ser el recorrido que hacía matching con el destino, les recomendaba subir a bordo. Me dijo que en tres minutos venía la micro que me servía, que la había adelantado por Trinidad.
Las buenas noches le di, agradecido por estar ahí.

Pasó mi micro y llegué al depa haciéndome pipí. Saliendo del baño me senté a escribir.