domingo, 26 de marzo de 2017

Recuerdo

Ese vídeo donde un divulgador cambia el sentido de giro de una bicicleta, y hace que gente pruebe su bicicleta, sin poder andar.

Una de sus primeras conclusiones es que entendimiento no equivale a comprensión.

Y ahora me encuentro en una situación similar, donde entiendo por qué las cosas están ocurriendo de esta forma. En primer lugar yo decidí venir hasta este lugar, y toda la vida que he hecho en el último tiempo apunta en tal dirección. En segundo lugar, entiendo que los planes ya planeados, no tienen motivo para no ser ejecutados.


Así que aparecí en un lugar que no esperaba, sintiendo emociones que anhelaba, sin embargo, sintiendolas a la distancia de una forma nueva. Entendiendo todo esto aún no llego a una comprensión que me tranquilice. Pero llegará.

sábado, 25 de marzo de 2017

Paredes transparente

Qué curioso el hecho de que en este lugar
Hubiera de encontrar un hervidor eléctrico.

De transparente armazón
Su visible interior parece insinuar 
Al apretar el botón y esperar
Burbujas se forman en el fondo, en muchos puntos distintos.

No puedo sino pensar
En lo imperfecto de tal hervidor.

Así van las cosas

I'm so tired I don't know what to do
I'm so tired my mind is set on you
I wonder should I call you but I know what you would do

You'd say I'm putting you on
But it's no joke, it's doing me harm
You know I can't sleep, I can't stop my brain
You know it's three weeks, I'm going insane
You know I'd give you everything I've got
For a little peace of mind

viernes, 24 de marzo de 2017

Cape Town es la cumbia

Es mi cuarto día acá, y penúltimo de los días de aquello.

Long Street es la calle donde me alojé los primeros días, la calle del carrete, el ruido y los excesos. El primer día, al llegar sin bicicleta ni equipaje no estaba seguro de qué hacer. Ganas de tomar chela, el hambre no identificada, la excitación por la nueva ciudad me llevaron a salir a dar vueltas por los alrededores.

En muchos lugares de la ciudad está lleno de personas que viven en la calle y piden dinero, sin tener la posibilidad de acceder a un trabajo. Long street, sin ser excepción, está aún más lleno debido a la cantidad cuatica de turistas. Uno de ellos me habló cuando caminaba sin saber a donde ir, y terminé invitándolo a una pizza y una chela. Le conté lo que me había pasado y el me contó su vida, y las nulas perspectivas de desarrollo que tiene con solo 30 años.

Al día siguiente, sin querer encontrarme con mi nuevo amigo, corrí una suerte similar al encontrarme con un hombre que me reconoció del día anterior, y me pedía por favor que lo invitara a comer, tal como había hecho el día anterior con su amigo de las calles. Mirando al frente, caminando rápido, diciendo que no y que lo siento pude zafarme de tal contacto. 


Ahora me encuentro en un barrio llamado heathfield, llegué acá en tren y me está alojando una familia maravillosa que viven en una casa taaaaan linda que es muy bacan. Incluso la pieza que estoy ocupando yo es muy grande y bonita. Tuve la oportunidad de arreglar la bici y ahora saldré a dar un paseo a la taller de bicis más cercano :)

martes, 21 de marzo de 2017

La partida

Me tomé un café, mirando a los ojos a mi teléfono, molesto por lo efímero de aquellos sorbos de sabor amargo y reconfortante.

Nunca me preparé para nada de lo que estoy viviendo, en un par de horas dejé mi familia, mis amigos y mi amor. Un amor que tanto me entregó, en tan poco tiempo. Tanto aprendí y disfruté, que pareció todo muy irreal.

Las despedidas en medio de llanto, los buenos deseos con respecto a mi futuro y la insistencia de la vuelta permanecen inalterables al discurso.

Tanto amor que llegué a recibir... 


Y las crónicas sobre el vuelo, mi opinión sobre los aviones, el hambre desganada de los aeropuertos, la ausencia de ventanas y las ganas de fumarme un cuete quedan empequeñecidas ante la majestuosidad de ella, de sus palabras, su cariño y su elocuencia tan nutrida que me permite crecer con cada contacto.

Un fuego morado me acompañó de viaje...

Despertar con la pata izquierda

Así fue.


Espero que mejore.

miércoles, 8 de marzo de 2017

sábado, 4 de marzo de 2017

How can I even try?

Ora Cerati, ora Lennon, ora Morrisey.

La dosis de la mañana llegó de la mano de mi buen amigo, siempre a tiempo, siempre sardónico, siempre dispuesto a compartir conmigo lo gracioso de la vida. El blanco velo que me cubrió en las horas nocturnas se arrugó a los pies de la cama, mientras me vestía para empezar denuevo.

La comprensión de la noche anterior había desaparecido, siendo reemplazada por un vacío respetuoso más bien silencioso. Toda clase de conclusiones, acerca de poder, amor, respeto, felicidad, ya no se sostenían.

El consejo llegó de la mano de mi buena amiga, siempre a tiempo, siempre comprensiva, siempre disfrutando lo gracioso de la vida. El velo opaco que me nublaba en las horas cercanas al despertar se arrugó a los pies de mi conciencia, mientras me disponía a empezar denuevo.

Ora Harrison, con Long Long Long - White Album.

**

Y llegué, directo a escribir.
Sin los audífonos puestos, extrañando esa música para volar, y pensando en las mil formas distintas de escribir lo que quiero contar a continuación.

Me senté, prendí la correcta luz de escritura pasada la medianoche, los audífonos grandes puestos y volviendo a escuchar a Cerati.

La stout, del Leo, abierta, sintoniza con la ciudad de la furia y el recorrido en bici. Y es que mientras bajaba, volando sobre las aceras, la vorágine se mantenía ajena a mi, sin mostrar alguna debilidad comprensiva y sólo exaltando las ganas de escribir acerca de ella.

En medio de las conocidas calles azules, brillando con rojo fulgor desde el tubo del sillín, me vi en medio de tal contacto, irrenunciable. Hipólito era su nombre, vivía en La Victoria y tenía 3 hermanos. Contaba con más de veinte meses de vida en santiago, trabajaba cargando cervezas.
El contacto, fútil en medio de tanta cabalgata nocturna, importa. 

Y así, el tema que me tiene de ancas sobre la silla, moviendo los brazos que con tanta tranquilidad me condujeron mientras las piernas trabajaban como pistones, sin tregua ni descanso, tiene a los mismos brazos entretenidos, pensando cómo abordar, que quiero comunicar.

La tregua existentente se extinguió, encontrando sin timón ni capitán a mi ilusa conciencia. Insomne, el sopor del alcohol no encuentra lo que busca comunicar, si no es sólo un desahogo lo que nos reúne. El eclipse no fue parcial, y mi musa no fue tal.











Sobredosis





**Esto es un borrador, que nunca verá la luz como definitivo

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Felipe