sábado, 29 de septiembre de 2012

Medida

Al fin hoy fue el control de tan terrible ramo. Después de haber estado una semana entera sufriendo, sabiendo que me iba a ir mal, con el rumor de que teníamos que estudiar de un control del 98, llego el tan ansiado día y casi me quedo dormido.
Efectivamente, el control fue casi similar al de catorce años atrás, y me fue mejor de lo esperado.
Igual que ayer, la luz apagada, una vela que alumbra desde mi velador, y música de fondo del carrete de al lado.

Después del control corrí a hacer clases, un poco más de dos horas y el Pedro me llama. Me pregunta como me fue, me dice que esta lloviendo, y que me invitaba a almorzar.
Fui sonriendo en la bici, persiguiendo a la nube que llevaba toda el agua hasta que la alcancé al llegar, comimos, nos tomamos unas morenitas, una once estupenda y me vine.

La bici estaba en una velocidad liviana, así que me vine a mi casa pedaleando harto y avanzando poco, sintiendo que a pesar de demorar mucho, no me cansaba.
Un señor vagabundo que me sonríe y saluda, una farmacia donde venden anilina verde y un camino casi recto.

Ahora estoy esperando que el agua caliente para ni pantalón y listo :)