martes, 13 de marzo de 2018

Mariela

Me cagaste. O bien la pajarita me cagó el ziptop. Fue chistoso encontrarme con la pequeña mancha, para que no olvidara que te soñé, en la noche de más frio y hermosa del último tiempo.

Exánime es el sustantivo que me viene a la cabeza después de pensar en el sueño en el que te me apareciste. De varias formas se revivió tu muerte, y la semana posterior, donde todo transcurrió sin saber cómo. De forma onírica fue tu muerte tal como describió tu hermano. Sin cadaver, sólo nos abandonaste.

En mi sueño todo sucedía denuevo. Te morías, de varias formas distintas. De lo que recuerdo del sueño fue:

Te morías y yo sufría mucho tu muerte. Lloraba y lloraba, quizás todo lo que no te lloré. Mucha pena se soltó.


En otra versión del sueño estabas ahí, después de muerta, de pie entre todos nosotros, apartada. Exánime como comenté arriba, casi como si durmieras, casi como si te estuvieras haciendo la dormida. Quizás riéndote por dentro, sabiendo lo que hiciste. Sin moverte, y sin perturbarte nosotros, permanecías allí, entre los vivos.


Abajo vienen los borradores de post que nunca terminé.

________________________________________________

Tu foto descansa en mi escritorio, bajo el monitor grande.

La respuesta es ninguna de las anteriores a la pregunta que me hacen de quién eres, con las alternativas: un familiar, tu polola o tu actriz favorita. Más bien preguntaron de quién era la persona de la foto, y después de mi respuesta, vino la pregunta: de qué habías muerto.

Debí haberle dicho que sí, que sí eras mi actriz favorita, que sí eras mi amiga. Que sí eramos de la familia. Una familia que se rompió con tu partida, y que los pedazos están desperdigados, sin que nadie sepa bien cómo volver a juntarlos. Te llevaste parte de la estructura y la amalgama que mantenía todo en su lugar.

_________________________________________

Rodeada de gente, entre una virgen gigante y una antena de comunicaciones yace tu lecho de muerte, la última superficie que te dio cobijo, que te sirvió en tu propósito.
Llegué de noche y no sé cómo pasar. Te imagino caminando por acá, con tu cara tan decidida, ida ya para nosotros.
Mientras subía el ánimo no flaqueaba, los pistones musculares nunca bajaron el ritmo. Quería llegar al lado de donde te fuiste, vine a leerte pero no leeré.

-----------------------
El día lloraba cuando llegué a despedirte.
La ciudad llora aún tu pronta partida, fugaz andar que abandonó sus pasos para dedicarse a volar.



--
Felipe 

lunes, 5 de febrero de 2018

Fin de semana de vacaciones

Me di cuenta del gran fin de semana que pasamos juntos cuando se nos fue todo en medio de disfrutar, regalonear y amarnos.
Compartir con nuestros amigos, conversar cosas profundas, dar buenas noticias, así como recibir malas noticias.
Fue un fin de semana de crecimiento, de hacer explícitas muchas cosas que son importantes para nosotros, identificarnos con nuestros amigos y tener claro, de primera mano, cuán amigos somos.

Saborié de primera mano el M, y disfruté su lento placer, lleno de pequeños recovecos de satisfacción, de amor, honestidad y de esas conversaciones agradables. Totalmente recomendado.

Ahora estoy chato en el trabajo, postulando a nuevas pegas y deseoso de cambiar este presente trabajo que no me hace feliz.
Y además no tenemos internet!!

jueves, 1 de febrero de 2018

Que por qué ya no escribo

He leído mucho este último tiempo, dedicado en tiempo y mente a comprender por qué, y cómo, el mundo está así.
No permanecer ajeno a los cambios, al orden predominante, a la historia. Así, Svetlana me contaba con su suave, profunda y terrible prosa las horroridades de la humanidad, de la guerra, el impacto y el sufrimiento. Me paseó por la Gran Guerra Patria, mostrando el pasado histórico, para luego ir a Afgan y mostrar qué tremendo es el impacto de las decisiones políticas de las grandes potencias. Y cuán actual es.
Miles y miles de veinteañeros muertos, mutilados, traumados, y abandonados. Abandonados por un estado que los utilizó y luego los dejó a su suerte.

Ahora, de vuelta a Kapuscinski me cuenta la historia de Irán, y como la monarquía a través de una dictadura terriblemente represiva atrasó el desarrollo, quedándose con las riquesas de un país inmensamente rico, digamos, petrorrico.

Bajo esa pespectiva no es muy agradable contar nada, aunque es cierto, dejé de escribir las cosas buenas también.
Cosas buenas como el amor, las relaciones lindas y la amistad, que tanto llenan mi vida de felicidad, de ánimo y ganas de seguir vivo, esperando expectante qué nos depara la vida.

Los viajes!
Las ganas de viajar, de no tener horario para ir a trabajar y poder amarnos hasta la hora que queramos. Que la libertad de regalonear de los fin de semanas se alargue hasta cuando queramos, que podamos disfrutar de paisajes maravillosos sin pensar en tener que volver, conocer gente interesante y poder gastar todo nuestro tiempo en, además de amarnos, disfrutar y vivir y sentir el placer de estar vivos.

Las ganas de construir, construir con sólidos cimientos una vida juntos. Pensar en el futuro, en cómo nos hacemos adultos de a poco, juntos, y empezamos a proyectarnos de otra forma, nos entendemos y nos queremos, nos queremos juntos por mucho tiempo en el futuro.

Cómo deseo pasar cada momento contigo, si es un pequeño almuerzo en la semana en que nos podemos ver, si es salir juntos, tomarnos las manos, conversar y soñar. Contarnos nuestro pasado, reir y amarte.

Felicidad pura.

Así que si no escribía, es de flojo, el mismo motivo por el que no estoy haciendo ejercicio. Pero como decidí volver al ejercicio, volveré a la escritura.

Gracias mi Musa por toda la inspiración, compañía, compañerismo y amor!!

--
Felipe 

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Los que no pueden más se van

Acá vine a escribir de este año que pasó, mis veinticinco años que terminaron muy rápido
Rápido pero no fugaces ni exentos de materia, de sustancia, de experiencias, sueños, desgracias, metas y felicidad.

Me asombraba cuando discutimos todo lo que pasó en mi vida en el último año (el incendio, titularse, viajar, conocerte, la muerte de la Mari, empezar a trabajar, pololear) y pensar en qué se viene. En el potencial que tiene nuestras vidas para que cosas maravillosas ocurran, para superponerse a las desgracias, enfrentarse a situaciones nuevas, aprender de ellas y crecer.

Me siento afortunado de empezar mis 26 contigo, codo a codo, disfrutando, planificando y construyendo la vida que se nos viene, esa vida tan linda, que tanto nos gusta, llena de futuros y expectaciones. 
--
Felipe 

viernes, 20 de octubre de 2017

Los cuidados de mi amor

Tirito...
Sudo...
Sudo y se me enfría el sudor...
Despierto...
Me pongo mañoso...

Y te pido que no vengas, que estoy bien, que pa qué. Y tu, con tu bella simpleza me dices que no, que me irás a cuidar.

Así que duermo feliz, esperando que llegues. Preguntándome dónde estás, si sigues en el trabajo o ya vienes cerca. Hasta que escucho un chiflido y no necesito mirar el teléfono para saber que eres tu, que ya estás ahí afuerita, con esa sonrisa tan linda y tu corazón lleno de amor.


jueves, 12 de octubre de 2017

Quiero

Disfrutar de este amor en las condiciones que quiero tener. Eso quiere decir que no quiero desperdiciar el tiempo de estar juntos por tener que trabajar. Eso quiere decir que no quiero dejar de querer como me gusta amar.

Eso quiere decir que quiero viajar cuánto antes. Eso quiere decir que quiero despertar en las mañanas contigo, regalonear y empezar a hacer un día juntos, disfrutando. Y poder planificar nuestro viaje con la intención de amarnos, y disfrutar lo más que podamos de la vida.

Quiero poder vivir en todo el potencial que promete este hermoso amor, y hay menos paciencia para esperar, ya no está el deseo de trabajar para poder vivir. Sino que vivir será lo principal.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Amor real

El otro día me sorprendí y me puse muy contento cuando la felicidad desbordaba de su ser, el amor envolvía el ambiente y esa felicidad, tan tranquila y maravillosa mecía nuestras vidas.
Se debía en gran parte a la conversación acerca del futuro de nuestro amor que ocurrió mientras estábamos sobre la cama, mirando el techo a veces, a nosotros otras, cuando de dentro de mis consideraciones y esperanzas salió lo que era una declaración de amor, una declaración fuerte de que lo nuestro es en serio, implacable y profundo. Me pareció bacán saber que algo que yo consideraba hasta tonto, y me costó que saliera, (todo partiendo por un ted talk que vi hace años) era a su vez tan rico, se podía sacar tanto amor de ahí.

Fue su cumpleaños, y en medio de las cervezas me sentí especial ahí en medio. Le tomé el peso a lo que significa estar juntos a esta edad, con este compromiso, con estas ganas. De pronto era tangible la construcción social que hay detrás de estar juntos, ya no como individuos separados del resto viviendo un noviazgo en la isla del amor, sino como miembros activos en nuestra sociedad, donde la relación impacta sobre los medios de cada uno. Ahora era parte de su familia, y eso me ponía muy feliz.

Fue su cumpleaños y siento que quiero estar siempre ahí.


jueves, 31 de agosto de 2017

Escritura

Una revelación (¿evidencia, razonamiento, idea?) que tuve estando en hongos fue que 'si quería ser escritor, bastaba con escribir'. 
Así me dispuse desde ese momento a escribir, saciar esas ganas de sacar palabras desde los dedos, desde atrás de mis ojos. No lo he logrado con la ambición que tuve, pero ha sido tranquilo.

Ahora leo a Kapuściński cuando cuenta sobre la vida y la labor del reportero, y cuenta su lado de escritor. 
En uno de los tantos párrafos de 'El mundo de hoy', Ryszard dice:

      'Escribir: se trata de encontrar la primera frase, una muy sencilla, digna del más elemental de los libros de texto para niños. En ella está la salvación: tirará de las siguientes.'

Leer el párrafo me recordó las muchas veces que encuentro, andando en bici, una de esas frases de inicio, que podrían tirar lo suficiente para sacar unas cuantas lineas de texto. Muchas se pierden.
Leer el párrafo además me motivó a levantarme, prender el pc y escribir por la escritura.

Quiero escribir más.

miércoles, 30 de agosto de 2017

martes, 22 de agosto de 2017

Hoy tembló en la mañana

Y me sentí inseguro.

Después de desayunar café con pan con queso y jamón, salir de su casa, y andar en bici, me sentí inseguro.

La inseguridad la tradujo en una inseguridad emocional, de pronto no estaba seguro de nada.

Hoy escuché ladrar a los perros, y me sentí inseguro. Lo asocié con el temblor y me dio un no sé qué en la guata, ganas de quedarme durmiendo.

Hoy te lo comenté y me respondiste que también habías sentido algo hacia mi. Después del otro temblor yo estuve en tu cabeza.

Volviendo de TM chateaba mientras mi hermana manejaba. 'Por dónde te vas?' le pregunté, 'por carlos valdovinos, que es más seguro, incluso hay una comisaría en el camino', seguí chateando hasta que sentí que mi hermana frenó y dobló hacia la izquierda. Calle oscura y sólo dos autos, el nuestro, y otro auto pirulo, atravesado en la carretera. Se bajan dos cabros, casi adolescentes, mientras mi hermana empieza a retroceder; pasa el cambio y avanza. Veo las pistolas y le digo: 'retrocede, retrocede, retrocede!!!'. Nos alejamos rápidamente mirando el estupor en sus caras, se saben fallidos y nosotros, en shock, nos arrancamos. Doblamos en una calle frente al tránsito y resolvimos irnos por Matta, que es más iluminada y que todo va a estar bien. Le recuerdo varias veces que maneje lento, que ya fue, que es peligroso ir tan rápido.

Ya volvimos, y colgué la ropa.
Nos tomamos medio litro de chela rápidamente, una colita, y resolvimos dormir.
Yo tenía que sacarlo antes.

jueves, 17 de agosto de 2017

Venía escuchando de NL

Aquella canción, que me atrapó, guió y esperanzó tanto mientras vivía fuera.
La última vez que la oí, fue una versión nueva, una versión que tanto más me gustó que la original.

Yo estaba sentado, quizás bebiendo de mi cerveza, quizás bebiendo de mi té, cuando las cuerdas de la guitarra empezaron ese rasgueo inconfundible, que había escuchado incontables veces, en incontables ocasiones, y cuando la letra venía a mi mente, aquella voz, que he llegado a amar, empezó a cantar...

Sólo tuve ojos, oídos y concentración para aquella voz, disfrutando y acompañando cada subida, cada bajada, mientras la guitarra acompañaba, embellecía e incrementaba el brillo de la voz. Una sonrisa se depositó en mi interior, bien guardadita, de esas sonrisas que son comodines para los momentos de inseguridad, que te reafirman lo que sabes y te hacen feliz, te envalentonan y te llenan de energía para construir, soñar y amar.

Después de ese día que no había escuchado denuevo la canción, hasta que hoy, después de terminar de pintar la pieza y compartir el tabaco y la cerveza con los hermanos Contardo, me vi esperando una micro solo en el paradero. La música iba por la letra M, pues antes venía escuchando Magma, y al bajar en el abecedario llegué a la N, y entré sin pensarlo dos veces. Los primeros diez segundos del disco fueron necesarios para abstraerme de allí, y volver a sentir esa capacidad de amar; de amar a la distancia, de desear y soñar, de pensar y recordar; que había sentido mientras pedaleaba, solo, al sol, soñando con ese amor a destiempo, ese amor inconcluso y poderoso. Recordé las muchas veces que canté, pensando en ella, las muchas veces que me volví loco estando de pie en medio de una afloración de rocas moradas en medio de las montañas, seguro de estar en un punto energético que permitía a mi amor volar, cruzar el océano, la cordillera y llegar hasta ti.

Todo eso estaba a flote mientras escuchaba la canción, y pasó la micro. Terminó y la escuché denuevo...

Me bajé de la micro y caminé al siguiente paradero. Mientras esperaba llegó una micro a oscuras, sin ninguna luz interior encendida. Se detuvo frente a mi, y cuando le pregunté si llegaba hasta Macul, me respondió que se iba por Vespucio. Se encargó de preguntarle a cada uno de nosotros hacia dónde íbamos, y en caso de ser el recorrido que hacía matching con el destino, les recomendaba subir a bordo. Me dijo que en tres minutos venía la micro que me servía, que la había adelantado por Trinidad.
Las buenas noches le di, agradecido por estar ahí.

Pasó mi micro y llegué al depa haciéndome pipí. Saliendo del baño me senté a escribir.

martes, 18 de julio de 2017

Ante la duda de si nada se deshace

Creo que la vida nos ha enseñado, a la fuerza, que no. Que nada se deshace.

También nos enseñó que sin esperarlo podía aparecer en nuestras vidas una persona que lo cambiara todo. Que el solo hecho de formar parte de mi vida en estos meses, fuera motor suficiente para pensar en un futuro en particular, un futuro que va a ser maravilloso y que vamos a construir juntos. Que hay tanto amor disponible que me siento afortunado, y pienso constantemente en lo inesperado de la vida, en cómo conseguimos esto sin siquiera pensarlo.

Bajo esa perspectiva, es como si sí se deshaciera. En realidad deja de importar, y en la falta de importancia se deshace. Porque después de ese golpe vino un remolino tan intenso y tan grande de amor, que la falta queda empequeñecida, y el amor me vuelve a desbordar.




lunes, 17 de julio de 2017

Después del sí

El tiempo se detuvo.

Pensé en lo que significaba ese sí, en las consecuencias.

En el cambio súbito que tomaba el rumbo de las cosas.

Le noté un peso a la conversación, inesperado, un sentido más profundo que el propuesto al inicio de la llamada, casi doloroso.

Mi cuerpo y mi mente se llenaron en un segundo de miles de propuestas, decisiones, consideraciones de reacciones, una respuesta múltiple, orgánica, devastadora.

Asimilé tan bien (o mal) la noticia, la entendí tan bien (o mal), que aunque una risa cambió un sí por un no, nada se deshacía.

jueves, 6 de julio de 2017

Python

La vida cambió. O la vida ha estado cambiado. Como decía Roland, el mundo se ha movido.

Se puso más seria, más lúgubre, más real. Se tornó más finita, Veo el cerro desde mi oficina, veo tu sombra, siento tu compañía y tu pérdida. La virgen dejó de estar ahí, mirando hacia adelante, y en cambio giró su rostro hacia el infinito.

También se volvió más rica, más profunda y se llenó de amor, de un amor que colorea cada espacio, cada momento, que brilla como una estrella que descubre que hay mucho combustible para quemar, y se entusiasma, se agita de goce ante el gran escenario, el futuro, que está frente a sus ojos.

Y cuál es la acción que hay detrás del descubrimiento del inmenso amor que hallamos en nuestro interior, sino la disposición a crecer, a darle espacio en nuestro interior y conocerlo, aprovecharlo y disfrutarlo.

Por ahora me mantengo en este nuevo trabajo, sentado, laburando y por ahora aprendiendo Python, resolviendo tutoriales. La vida pasó a ser otra.

domingo, 7 de mayo de 2017

Me quedé sin internet

Y a falta de alguien con quien hablar, contarle mi vida o soñar, recurro al mudo locutor que es mi teléfono, para poder mandar un correo, para actualizar el blog.

Estaba en Jensenville, después de haber pedaleado como 50k, cuando sentí que la molestia no era pasajera. Nada que hacer, me zampé la Fanta, pregunté por el LiquorStore y me dirigí a la cima del pueblo, a conseguir el bebestible para celebrar el día. Este 5 de mayo, primero después de 7 años de celebrarlo, en el que estoy solo y no he comido tacos.

Salí del pueblo con ganas de beber y con ese entusiasmo mental altamente codiciado, lo justo. Me senté en la sombra del primer árbol que encontré suficientemente lejos del pueblo para estar solo, pero no tanto para que la cerveza se calentara.
Y me senté a conversar con mi teléfono. Yo le hablaba, respondía con distintas voces, y gastaba los datos.
Luego de estar satisfecho, de hablar, de descansar, de beber, volví a pedalear.

Un antiinflamatorio pensé en recordar cuando parara de andar. Quería buscar una granja para dormir, pero además adelantar un poquito del camino de mañana. Y avancé la primera granja, pero al llegar a la segunda ya no tenía certeza de pillar una tercera con suficiente tiempo, luz, y energía.
Así que me quedé. Busqué al dueño y no lo pillé así que esperé. Pero tampoco hubo suerte. Con las primeras gotas me envalentoné y me moví bajo techo. Con una hora de oscuridad decidí acampar en su terraza, y cocinar.


Y me acaba de pasar lo que me ha pasado antes. Cálculo muy mal y termino haciendo comida para dos. O para tres. En cualquier caso, mucha más de la que quiero.

Como sin hambre, aunque con un poco de ganas.

Tengo electricidad y agua que debo filtrar antes de beber, por lo que no me quejo.

Hay un gato hermoso, que me acompaña y me ama, y yo lo amo a el. 

Hígado

Más de cien kilómetros, 114 para ser exactos, me separaban de Jensenville y Graaff Reiner, lugar donde me estaban esperando. Traté de pedalearla en un día pero estaba sufriendo. No sufriendo, pero pensar en que tenía que llegar si o si era una obligación que me di cuenta que no quería cumplir. Así que decidí buscar alojo entremedio, más cerca de Graaff Reineta para poder llegar ahí temprano. Así que dije: en la próxima granja que encuentre me detengo.

Mala suerte la mía que no había ninguna granja a la vista, ni siquiera los árboles grandes que indican la presencia de una granja se veían en el horizonte. Me detuve en una estación de trenes abandonada, saqué unas fotos y miré el horizonte. Plano plano, y solo arbustos, cactus y alguna que otra plantita pequeña.

Suena La Conquistada mientras escribo esto.

Así que seguí pedaleando, resignado a buscar una granja para dormir y conseguir agua. Después de unos pocos kilómetros noté el río, seco, por los árboles grandes que crecen junto al lecho. Y justo al cruzar el río, me pilló una granja bonita, grande y muy bien cuidada.

Historia conocida, solo habían trabajadores y tenía que esperar al hermano del dueño que andaba cazando. Después de que volvió y me dijo que no había problema con estar ahí, me mostró la mounstrosa cantidad de animales muertos, mientras los abrían y dejaban listos para comer, curtir o guardarlos. Muchos. Y algunos muy grandes, con los ojos negros y opacos.

Mi agua hervía para el café de la tarde y un tecito, cuando vino a preguntarme si comía liver. Antes de recordar qué parte del cuerpo era el Liver, o si bien era un animal o algo, respondí que sí, que como de todo.
Así que lo acompañé nuevamente a la faena, y le pidió a in trabajador que me pasara un hígado. Me dijo que lo asara, que podía usar leña y el quincho.

Sin saber muy bien cómo cocer hígado, hice fuego en un lado, y separé brasas en otro. Y tiré el trozo de carne, rojo y sangrante, a la parrilla. Un lado lo aliñé con sal y ajo, y el otro con sal y merkén. Lo di vuelta un par de veces y cuando pensé que estaba listo comí una puntita. Suave la carne, sin fibra y con un sabor poco conocido. Rico. Raro. Así que corté por la mitad el hígado, pensando en que le iba a convidar un poco a los perritos, cuando se me cae una mitad al suelo. Nada que hacer, perritos afortunados.

La otra mitad me la zampé, dudé, pero la disfruté. Ahora un tecito antes de dormir, y al saco.

viernes, 5 de mayo de 2017

Me pusieron triste

Las noticias de ayer.

No es que hayan sido particularmente tristes ni devastadoras, pero solo puedo ver desde acá, sin poder hacer nada como transcurre todo.

Por una parte las noticias de casa, que amenazan con dejar de ser noticias​ de casa y pasar a ser noticias de mi familia, por separado. Mi padre está bien y sigue triste, mi mamá sigue en sus 20 y quiere vender la casa, mi hermano aun no encuentra pega y mi hermana trabaja todo su día.

Y otras noticias que más bien son realidades y sueños enfrentados, y la realización de que las vidas que queremos son muy distintas acompañan al sopor producido por el primer conjunto de noticias. Es que siento que fácilmente podemos deshacer nuestras alas antes de empezar el vuelo, y de nosotros depende que así no sea.

Finalmente me cobraron el camping que pensaba que no me iban al cobrar. Así que me bañaré denuevo antes de partir.

Ayuda escribir, aunque

miércoles, 26 de abril de 2017

Ya me acostumbré

A manejar por la izquierda
A hablar, pensar y escuchar en inglés
A leer y pensar mucho en Ruthfuss
A matar zancudos antes de dormir
A ponerme los calcetines que me regalaste después de un gran día de pedaleo
A dormir hasta después de que sale el sol
A jugar con los audífonos hasta que se escuche bien
A usar el GPS y planificar el día
A decir que sí a todo, comida, bebida y cama
A estar solo 
A presentarme
A que me digan Filipe en vez de Pipe
A pasar de rand a peso
A escuchar y cantar al menos una vez al día a los Beatles
A recordar y soñar
A fumar tabaco
A tener una barba gigante
A las galletas de chocolate
A comprar en tiendas hindúes mi comida
A saludar a todo el mundo
A la reación de la gente cuando les digo que estudie matemáticas
A la cara de Mandela en los billetes
A no saber dónde pedalearé el día siguiente
A mostar mis mapas



Hospitality

The people of this county has been very kindly with me. A few stories.

In anysberg a family invited me to eat dinner with they, cause they were worried about me, assuming that I'm not eating properly. After a few beers and a wonderful dinner, the next day they gave me food for the road. 

The next day I arrived to Vleiand, a little farm town. After bought a cold drink in the store of the town, I was looking for a place to camp, and the owner of the store told me that was ok if I camp in their yard. Then she changed her mind and invited me to stay in a bedroom. Finally I spent there three days, living a farming life in the middle of the mountains, surrounded by harvesting fields. They gave food, beer and good conversation. I went to climb to a hill in the back part of their land accompanied with their little dog, Savana. She hunted a rabbit while I was thinking that she was lost.

After left the town, I rode to the top of the Ladder, a big climb down to Die Hell, a beautiful valley in the middle of two ranges of mountains. I spent the night in the top of the Ladder, sleeping under the stars. Today I went down, a three hours climbing down with my bike to reach Die Hel. Here I met a group of old friends who invited me to stay with they the evening. Finally I spent the whole day with they, we make a big fire and a really good meal. They offer me a bed and give me some gifts, a little towel, tabacco and supplies. They also offer me a lift to the top of the valley to avoid the climbing up.

Those are a few examples of how people is taking care of me, and how I'm not alone in this country.
I'm very happy.


viernes, 21 de abril de 2017

Cinco dedos

Nunca he leido a Huidobro, pero creo que de todos los poetas muertos, es uno de los que mejor me cae.

En tal caso, mis 5 necesidades ser'ian algo as'i.

1. Compan'ia, sobre todo para los consejos que me hacen falta.
2. Un lugar donde dormir (seguro, cómodo y lindo).
3. M'USICA!!!!.
4. Libros.
5. Drogas.

De las 5, la primera es de las que m'as estrano. Se que hay un ciclista que est'a pedaleando 1 d'ia por delante mio, y varias veces al dia me propongo alcanzarlo y seguir juntos. Pero no lo har'e. Porque en el fondo, no lo necesito a 'el.

La segunda, aprend'i a satisfacerla. Hoy consegu'i pieza, cena, chela, comida, y alojo por dos noches, y no es la excepci'on. Anoche dorm'i al interior de un hermoso parque nacional llamado Anysberg, y all'i una familia millonaria me invit'o a comer con ellos, ya que estaban seguros que siendo ciclista no debo comer muy bien. Y fue algo maravilloso, adem'as de comer muy rico, cien veces m'as rico que lo que yo cocino para mi, tuve buena conversaci'on, adem'as de que me regalaron comida para el viaje; rasks (lo mejor de SA), carne deshidratada y un par de peras. Y puede llegar a ser as'i casi siempre; la gente de ac'a es muy linda y preocupada.

La tercera la logro satisfacer a plenitud, escucho m'usica constantemente mientras conduzco la bici, y me conduce ella a mi. Me hace manejar, cantar y sonar de una forma que me encanta. Me hace pensar en el futuro, en los discos que escuchar'e y lo mucho que disfrutar'e la m'usica.

La cuarta me transporta. Por ahora estoy en ese mundo tan bien creado por Ruthfuss, que he rele'ido y amado. Pocos libros me han sacado risas y llanto como este libro lo ha hecho. Tambi'en le he hecho empeno a otro tipo de libros, pero no he tenido tanto 'exito.

Y la quinta, se explica sola. Hace pocos d'ias prob'e 1/8 de 'acido y manej'e la bici por horas... Pocas veces he disfrutado tanto el pedaleo, y he tenido tanto ah'inco para pedalearle.

Me pregunto qu'e representa cada uno de tus dedos. He pensado bastante en tatuarme cada dedo de la mano izquierda con pequenos disenos.

La rodilla va bien, dej'o de ser un problema hace unas semanas. Hoy molest'o un poquito, pero es porque pedali'e la cach'a estos dias, en medio de rocas y montanas asombrosas. Manana descansar'e, ya que no he tenido d'ia de descanso en casi una semana.

Y ya que me dedico a vivir de recuerdos, es simple considerarte como algo est'atico, porque aunque desee con fervor interactuar contigo, no puedo sino hacerlo en mi memoria. Revivir una y otra vez pequenas cosas, y sonar bastante con el futuro. Cada vez que veo la hora, calculo qu'e hora es all'a, y  me pregunto qu'e est'as haciendo. Cuando vas en el metro a la pega, yo ya estoy en el primer descanso leyendo. A media manana tuya, yo ya estoy pensando en donde dormir'e esta noche. Cuando me estoy durmiendo pienso una ultima vez en ti, y te mando los besitos de buenas noches -  buenas tardes.

Hablaba con la Javi hace unos dias, de c'omo siento que hay dos personalidades que dominan lo que hago. Hay una que es re insegura y que quiere volver en todo momento a los brazos de la comodidad de Santiago, y sobre todo a ti. Y esa parte es la que se siente insegura cuando empieza a atardecer y no s'e donde dormir, y escribe una entrada en el blog para dar pena.

Pero hay otra parte m'as ruda, que tiene claro lo que vine a hacer ac'a, y que no se molesta en preguntarle a la gente si puedo acampar en sus casas, ni se molesta en decir que no a cosas que s'i quiero. Como cada vez que me ofrecen comida, aparece esta parte diciendo que s'i a todo.

Y entre estas dos partes han llegado a concensos. Decisiones que una vez tomadas te hacen ver la vida de otra forma, llenando espacios que antes estaban ah'i sin ocupar. Dan determinaci'on a este viaje que parti'o en el aire, sin ninguna idea muy clara de qu'e es lo que se ven'ia.

Entre tanto abarcar, poco apret'e, y no me gustamucho lo que sal'o. Pero te extrano, y por eso escribo.
--
Felipe