miércoles, 31 de octubre de 2012

Amundsen*

Casi siempre es igual.
Está oscureciendo, el arrebol es un triste recuerdo, pero aún hay luz suficiente; así que camino sin preocupaciones.
Siempre es en la calle, en la cual no hay autos, a pesar de que la luz correspondiente para ellos en el semáforo está en el color verde.
Así que yo cruzo, nada me puede pasar. En eso, escucho un susurro, una risa, una maldición y el sonido del caucho estriñendose contra el suelo, para luego oír un crujido y pensar: primero la rodilla, ahora vienen las costillas, para luego salir volando por los aires, mientras un auto que no soy capaz de ver se aleja en la penumbra.

Y mi último pensamiento seria: nunca pensé que Alberto Knox y Sofía andarían por acá.

* No sé si el apellido está bien escrito.

lunes, 29 de octubre de 2012

Cuando mi Papá no está

Me doy cuenta que anda en regiones porque cuando llego, el auto nunca está caliente.
Porque cuando abro la reja, siempre la llave tiene una sola vuelta.
Porque cuando el no está, el desayuno llega a las 8.20 y no a las 8.
Porque no escucho el baño sonando al lado de mi pieza.
Porque no lo veo sentado en su sillón viendo su computador.
Porque la Bebé está acostada todo el día.

Porque sé que el viernes en la noche se subirá a un bus.

martes, 23 de octubre de 2012

En una bicicleta estática

Pienso que la vida es terrible.
Pensar que tengo que pasar como mil horas acá, sin tener ánimos de hacer tanto ejercicio. Así que me senté en una bicicleta un tanto rara y muevo las piernas, en un circulo infinito un tanto sin sentido.

Tengo que recuperar como seis asistencias según yo, hoy una, mañana dos, y la próxima semana las demás.
Aunque, la única buena noticia del día es que el profe me dijo que solo tengo cuatro inasistencias.
Así que quizás no me quede a un doble turno hoy.
Aunque mañana tendré que hacer aerobox, y baile entretenido. Así que debo avisarle a Miguel.

Otra de las cosas malas que sucedieron hoy, aunque en comparación con la más mala es una nimiedad, la luz delantera de mi bicicleta murió.
Apenas salí a avenida, la luz salto y mientras mis rezos hacia dios eran dictados, una gran camioneta paso por encima de la luz.

Después, enojos y reconciliaciones, siendo odiado mas que odiando, me hubiese gustado no vivir este día.
A mi celular también.
Hasta desearon mi muerte.
Quiero desaparecer.

lunes, 15 de octubre de 2012

Era sábado

Y faltaba un día para que se cumplieran ocho meses.
Ocho meses desde que nos vieramos por primera vez, y sin saberlo nos comprometieramos a pasar juntos el año que se venía por delante.
El maravilloso año que ha pasado.
Y después de esos tres cuartos de año en los que yo insistí, e imaginé, en que salieramos a andar en bicicleta, se cumplieron.

Me levanté temprano y corrí a hacer clases particulares. Después de hacer esas dos horas que se pasan volando, me subí a la flaca y partí corriendo. Al llegar y esperar un poco, salimos, sacudimos la bicicleta olvidada, la inflamos, compramos un pulpito de elásticos y partimos a andar, ambos sin casco, ambos felices y anhelantes.

Un camino azaroso, andar por la vereda y hablar. Más que andar era compartir sobre dos ruedas, sentir el viento, el sol en nuestras cabezas y poco a poco conociéndonos más, averiguando un poquito más de nuestro pasado, y de cómo andar bien en bicicleta.

Volvimos, y guardamos la bicicleta con la promesa de volver a salir.

Estoy estresadísimo, mi papá no hace las cosas rapido y tengo que estudiar un montón

, además de que me presionan para que vuelva a escribir.
 Pasado mañana tengo una prueba de esas que no sé ni qué entra y que espero en un día aprender todo.
Además, tengo que presentar los documentos para postular a las becas, tengo que poner todos en un pdf, faltan algunos que aún no imprimo y que tengo que firmar con la firma de mi viejo.
Tengo que ir a buscar un cd a canal seis, y ahora esperar que mi papá saque promedios en excel, creyendo él que se demora poco, y se enoja si algo algo más.
 Ahora tengo mucho espacio en dropbox, así que pasé algunas fotos que me gustan para poder verlas desde el ipod.
 Y espero que el tio de un amigo vuelva de eeuu, para que me traiga dos cosas que le encargué, un nexus siete y un kindle papperwritte.
 Y no pasa nada más en mi casa. Hay una gata chica que es de mi hermano y no para de dar vueltas y saltar y hacer las cosas que hacen los gatos chicos.

Y no pasa nada.
No hago nada.
Solo estornudo y sufro todas las noches cuando me voy a dormir.