Ordenando, y en una motivación un tanto extraña, decidí ordenar el velador.
Entre boletas que guardé, papeles sin sentido encontré una carta que había escrito hace dos años. Fue en estos días, así que arriesgarme a decir que fueron dos años justos no me parece algo tan impensable.
Acerca del contenido no me voy a referir mucho, fue una carta que nunca llegué a entregar. En una parte hablaba acerca de Cortazar y de Aurora.
Pero el asunto es que sigo igual hace dos años. O al menos así no he cambiado.
Leerla fue como leerme, y me asusté un poco.
Finalmente, decidí guardarla, para ver qué pasaba en dos años más, como un recuerdo de mi inexperticia en casi la mayoría de las cosas. Como dice mi amiguita, soy un puto desastre.
