martes, 20 de marzo de 2012

Gracias

Por entenderme.

Reviso el correo cada media hora. En clases pienso en que me quiero cambiar de carrera. Cada quince minutos creo que es mejor que no me vaya. Al rato sé que es una de las mejores cosas que me puede pasar.
Siento que no entiendo en clases y más me quero cambiar.
Me llega un mensaje tuyo y es bacán.

Tengo ganas de volar. Veo a un cabro que no lo vi en todo el día, me fui a almorzar lejos y le pregunto si quiere.
Nos vamos pal lao, le digo que se raje con una cerveza. Entre risas el tiempo pasa más rápido.

Me dice que está enojada conmigo. No entiendo por qué, ayer ni llegué a la casa.
Pienso en que es pal pico lo que estámos pasando como familia.
Y que más me quiero ir, pero no por dejarlos solos sino por querer escapar.

Y a veces vuelvo a volar. Después como como un imbécil, hasta la saciedad y más y veo que el tiempo no ha pasado. Que los números chicos al lado del dibujo de un correo son de cosas que no me sirven.

Y no sé qué hacer.
Y te quiero decir que no me dejis solo, que estos días es genial saber que estas.
Pero sé que es chato que ande en otra.
Y es terrible.
 Pero eres la mejor.