martes, 14 de agosto de 2012

Maldito auxiliar

Por no avisar que llegarías tarde y que por tu culpa no me quiera.
Aunque bastantes veces no me quiere.

Hubiesemos alcanzado...

Seis meses


Me dices que quieres estar conmigo para siempre y me pongo, incluso, más feliz que antes, cuando yo no me atrevía a decirtelo por miedo a ser demasiado iluso, de recibir una respuesta que no fuera a juego con lo que yo quería. Pero ahora puedo saber que eso no sucederá.

Estas encima mío, siento el calor de tu piel que no me canso de decir que me encanta y te miro.
Tu pelo tiene un efecto como si de una cámara en modo macro se tratara, una imagen que no puedo parar de ver y pensar en lo linda que eres. Hay varias luces iluminando incansablemente que, sin siquiera imaginarlo ellas, logran que el momento sea aun más mágico. Tu respiración es lenta, casi como si no nos importara nada más, solo llenar tus pulmones con el aire de la pieza; que tiene ese olor agradable que se siente apenas cruzas la puerta, como a nosotros, con un leve toque a tabaco, vainilla y canela.

Hay papeles en el suelo y ambos sabemos que hay que botarlos bien, sino algún día alguien descubrirá nuestro tan placentero secreto y todo el papel con el que hemos llenado mi basurero nos mirará y reirá, pero como siempre tendremos algo nuestro, ese quehacer que tanto creo que nos identifica.

Tenía que recordar aun más la cadencia de ese momento, ese estado en el que logramos estar, casi como esas vacaciones con Pedro, donde no necesitábamos más que mirarnos para saber todo del otro y sentir que todo lo que hacemos está bien, yo abajo dando amor con cada poro de mi piel, y tu arriba respirando de una manera agradable con esas canciones de Drexler sonando en el fondo, me sentía capaz de cualquier cosa, pues nos amamos. Y poco a poco, despues de escuchar discos enteros una y otra vez , suavemente, ambos aprendimos y concordamos en que cada vez nos gusta más y podemos, aún, encontrar nuevos detalles, nuevas sensaciones dentro de sus canciones, algo tan lindo como sus rimas.
Y eso es lo que me fascina.
Y han pasado ya seis meses desde que nos vimos por primera vez, a más de mil kilómetros de donde estamos ahora, en un clima y un tiempo tan distinto. Y aún siento en nosotros eso especial que hay, mas que no sé explicar, pero que fascina desde el principio.
La mitad de un año, ciento ochenta y tres días, muchas y muchas horas en las que hemos ido conociendonos, enamorandonos y amandonos, de una manera que no me creí capaz de hacer.
Y estoy feliz, inmensamente alegre de todo lo que hemos construido y, por sobre todo, deseoso de poder hacer todo lo que hemos hecho, y más, durante mucho, mucho tiempo...

Te amo.