martes, 3 de diciembre de 2013

El fido

Recuerdo bien, como esos recuerdos en los que los rayos de sol aparecen iluminando todo aunque lo más probable es que no fuera así ese día. 
Tampoco sé qué edad tenía el fido en ese momento. Cachorro sé que no era. Le gustaba a veces entrar por la puerta de la cocina y salir por la puerta principal.
Hasta que ese día salió por la puerta principal para volver a entrar por la de la cocina y repetir el proceso varias veces. 
En ese momento supe que había entendido que el patio era el mismo, si salía por cualquier puerta. Y noté el goce de entender algo en sus ojos.

Aún lo recuerdo bien.

jueves, 30 de mayo de 2013

Hoy desperté

Con ganas de comprarme un longboard.
Volví a soñar, y esta mañana mientras no estaba en clases, mi mente estaba en mendoza, en una casa conocida pero distorsionada de un modo onírico, dando resultado un patio con una cascada donde antes se encontraba la cocina, piezas gigantescas y la ausencia de dos de las personas que allí vivían.
Debía volver a santiago, y me vine en un longboard más bien raro. Muy largo y muy veloz, iba a velocidad de auto en un paso los libertadores que más bien parecía un barrio lleno de casas bonitas, en un desnivel considerable.

Después de mucho andar y estar convencido de que era lo mejor, un agujero en la calle terminó por romper mi inusitado medio de transporte.
Luego de una plática un tanto inútil acerca de cómo volver a santiago a tiempo, desperté, queriendo mucho tener ese longboard.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Sueño

Claramente era año nuevo, y yo había arrancado de una celebración familiar demasiado temprano.
Todo partía en una especie de cementerio donde estabamos carreteando, que había una catástrofe (entiéndase una erupción o un incendio fuerte) y todo quedaba destruido. Pero a nosotros no nos pasaba nada y nos quedabamos allí hasta que todo se había tranquilizado, estaba buscando en los escombros a ver si encontraba algo útil hasta que alguien nos echaba de allí Estaba con mis amigos y nadie entendía nada.

Después aparecía en providencia, carreteando con muchas personas, de noche, afuera de grito bikes. Estuve mucho rato con la cami, pero estabamos como tomando con gente que ninguno conocía y estabamos aburridos. Nos fuimos y yo aparecí en una casa que quedaba por marín, donde estaban todos los chiquillos del dim. Estabamos preocupados, porque el tuto no se sentía bien y lo iban a operar ahí mismo.

Al yoyo se le ocurre salir, era año nuevo y no habían conocido a ni una mina. Yo le dije que fueramos para afuera, pero donde antes había mucha gente ahora nos vimos a casi nadie. Así que caminamos (en realidad trotabamos, todo el rato) hacia donde se escuchaba música (que ya no era en providencia) y había un escenario con muy pocas personas. Nos aburrimos y nos fuimos altiro de allí, trotando nuevamente sin un camino claro. Cuando estabamos bastante lejos, sentimos un grito, y al mirar vimos a todos correr, el ruido de una metralleta abriendo fuego hacia las personas que habíamos estado con ellas hace un segundo, y luego un BUM!! el gran ruido de una explosión. No sabíamos lo que sucedía, era una bomba lo que había explotado, teníamos un pitido en nuestras orejas y nos pusimos a correr.

martes, 14 de mayo de 2013

1.25A

YNadaQueHacer.

miércoles, 3 de abril de 2013

Me duelen las entrañas

Sí, eso es lo que siento en esos momentos.
Me duelen las entrañas y me quedan doliendo.

martes, 5 de febrero de 2013

Mendoza

Se nota, se nota...


lunes, 21 de enero de 2013

Imaginen

Una casa congelada en el tiempo.
No porque el tiempo no pase en ella, sino porque no pasa nada a lo largo del tiempo.

El polvo se acumula, las arañas tejen redes más y más intrincadas mientras ven cómo todo transcurre lento, un día tras otro y todo continúa igual.
Un rayo de luz entra por algún recoveco entre la madera, el polvo se mueve lentamente en un movimiento browniano que sería relajante de no ser porqué, el ambiente es oscuro.
Todo quedó congelado de la peor manera posible.

Una pelota de futbol en la misma posición que quedó, quemandose por un lado mientras gente camina por al lado sin siquiera notar que está allí.
Toda la habitación desordenada con ira. Todo revuelto, allí donde no debería estar. Objetos rotos, vidrio en el suelo, una frustración gigantesca reflejada en cada objeto y en su sombra.
Y cada día verlo allí. Todo intacto, como si el tiempo no desgastara a los objetos.

Y eso es porque el tiempo te desgasta a ti. El precio que hay que pagar por llevar el pasado en el presente.

jueves, 17 de enero de 2013

Ella

Ella, es quien me saca las mejores sonrisas, esas que están bien adentro y te hacen sentir bien.
Que últimamente dice que compremos esa cerveza que hace que todo sea mejor.
Esa que a veces con un simple gesto, hace que vayas todo el camino a tu casa sonriente, pensando en lo bacán  que es el mundo.
Que vuelves a ser tu.

Que me abraza y me hace sentir que todo está bien.
Que me hace escuchar papa negro y bacilar solo, escuchando y escuchando.
Que me hace dormir pensando en alguien.
Que proyectarse no sea un salto al vacío.
Que si insistes, escucha toda esa física matemática inentendible.
Que valga llegar a tu casa tarde.
Que me promete los mejores viajes de mi vida.
Que a veces me sorprende con movimientos que me sacan de mi mente.
Que me pregunta cosas a las cuales no tengo respuesta.
Que se cuelga y se ríe con mis comparaciones estúpidas.
Que conoceré lugares y la conoceré a ella.
Ella.


viernes, 4 de enero de 2013

Puta la wea

Puta la wea. No se qué hacer, el tiempo no pasa, no me siento apañado, no quiero seguir viviendo acá, todo el mundo tiene dramas y yo quiero irme lejos, tan lejos que ni yo quiero saber dónde estoy y no tener que pensar en el futuro ni recordar nada.

Todo se derrumbó hasta el punto en el que no tengo nada, ni pareja ni familia. Por un lado no sé las reacciones, por el otro no sé qué va a pasar en el futuro, mañana, al almuerzo, todo cagó de una manera notable.  Todo encajó de una manera siniestra.

Y me entero de cosas que hacen que todo sea aún peor. Que todo sea peor y que den menos ganas salir adelante. Saber que mañana no sabré qué hacer y que me tendré que levantar muy temprano porque dormiré mal y que habrá una pesadilla, una pesadilla al despertar.