Hoy, de ser un día que partió con el frío, las ganas de estar acostado todo el día y saber que tendría que dejar a mi flaca hasta el martes donde mi tío, terminó siendo un buen día.
Nos juntamos por allá, y por unas ganas de ir al baño terminamos en el café literario.
Hace tiempo que no me pasaba por una biblioteca, he comprado libros últimamente y aún no los leo todos.
Leí a Miller, que hace tiempo tenía ganas de leer y me gustó. Así como pa algún día comprarme algún libro de él.
Así como tener libros de Salinger, Miller y Bukowski y hacer mi biblioteca un tanto rara.
Y después de estar afuera, sintiendo el frío y llorando como nena por las cosquillas, nos fuimos. La llamada de tu mamá fue esclarecedora, antes de que me contaras ya sabía qué nos iba a proponer. Que fueramos a cenar con ellos.
Quería decir que no, arrancar, seguir en un estado inercial. Pero me motivé, y entre rebuscar en la basura como en los viejos tiempos y encontrar unas fotos viejas, seguimos caminando.
Llegamos y no me sentí ajeno.
Eso fue lo más bacán.