lunes, 11 de junio de 2012

Empezó a llover, al fin

Días de dolor de cabeza y de sentirme deshidratado.
Siento los labios secos y el dolor de cabeza se lo atribuyo al smog.
No es posible vivir en una ciudad tan contaminada.

Y escucho a mi mamá haciendo planes de irse a vivir sola con su amor. Con un te amo se despiden y yo no sé qué hacer. Apagué la tele, la prendí y puse música.
Me pregunta cuánto cuesta un departamento y le mando las páginas para buscar uno.

Y mi gata pequeña intenta tomar leche del vaso vacío que dejé en la mesa. Y la asusto para que se baje, no debería subirse.
Así como uno no debería cortar hacia dentro, es peligroso y no quiero que nada malo pase, nunca.
Por que la amo.

Y la lluvia aún no empieza, pero lo hará.
Y mañana podré respirar bien y no habrá dolores de cabeza.
Y veré un paraguas bonito y lo compraré, y podré leer todos mis libros nuevos mientras escucho un montón de soniditos, como pequeños golpes en el techo. Y no hará tanto frío.

Así que mañana usaré zapandillas que no se mojen.

Y todo, todo, será siempre bueno, a tu lado.