miércoles, 23 de marzo de 2011

Hoy conocí a la Silvi

Ella es una dirigente de la ex toma de peñalolen.
Por el taller de proyectos que tomé, construye tu casa, fuimos a visitar el campamento para ver de qué modo podíamos ayudar. La idea era ingeniar la solución a un problema común a todos los pobladores.
La Silvi fue la que abrió sus puertas para que mi grupo viera más de cerca lo que significa vivir en un campamento. Originalmente la casa había sido una media agua sin embargo, con el tiempo, la ampliaron hasta tener una casa sin una geometría definida. Vivían allí dos familias, un total de 7 personas.
Me sorprendió la ligereza de las instalaciones eléctricas, y las fugas posibles que podían haber en el cableado. Me contaron que el medidor de luz marca consumo aún cuando no hay nada encendido.
Además, las terminaciones de la casa no eran suficientes para que allí viviesen niños. En invierno se filtraba el agua, y el viento helado entraba por los resquicios que quedaban en el techo.
Con la lluvia, se producía una especie de riachuelo que empapaba la madera del suelo de la pieza de la Silvi, provocando que se pudriera.
Para bañarse, calentaban el agua con un hervidor.
El sistema de alcantarillado era asqueroso. Y no por lo que transportaba, sino por la logística con que lo construyeron.

Lo peor es que no les dejan entrar materiales por miedo a que se establezcan aún más. Tampoco les dejan entrar muebles nuevos, aunque sean de ellos.

Me motivó el querer ayudarlos. Buscar una solución, rápida y buena que sirva de verdad. No gastar mi creatividad en un robót que haga weas entretenidas, pero inútiles.