jueves, 6 de abril de 2017

Me di una hora más

Para darle vueltas a mis pensamientos.

Es paja saber escribir tan rápido en un teclado y ser tan lento en este celu.

Ayer llovió muy fuerte. Más fuerte de lo que puede enfrentar mi carpa. Por suerte una hora antes de que se largarse, conocí a un joven que me invitó a su granja y puede dormir bajo techo, escuchando la lluvia principalmente sobre el techo y sobre un pequeño lago artificial que estaba a un costado del edificio. Cuando despertaba en medio de la noche para ir al baño primero despertaba sin sentir ningún ruido para luego escuchar de una forma distinta aquel golpeteo de pequeñas y miles de gotas.

Hoy estoy bajo un techo, a resguardo de la lluvia que también caerá. Compartiendo habitación con otra ciclista, mayor que yo y del hemisferio norte, en medio de una casa gigante y maravillosa. Hoy no me preocupa la lluvia pero lo hará.

Pienso en que debo aprender a sobrevivir un año (medio año) y todo estará bien.

Cantar y fumar hacen las cosas más fáciles.

Ahora sí

Con más calma y un teclado touch que responde a medias me dedico a escribir un poco de lo que me ha tocado vivir.

Me he visto enfrentado al algo para lo cual no estaba muy preparado. Dejar aquella sociedad tan rica en amistades y anhelos, por una vida un tanto ascética y principalmente en soledad ha sido duro. Pensamientos acerca del volver, me han hecho darme cuenta que cuando dejé mi vida en Santiago, no solo la dejé estar, sino que la cambié. Ya no puedo volver y pensar que todo va a seguir igual; ya no tengo espacio en Tristán Matta ni posibilidad de continuar con lo que abandoné, así que por más que recurran en mi cabeza ese tipo de pensamientos, los descarto, y me aferro a las promesas que me ha hecho el viaje, y que refuerzo cada vez que presento mi proyecto.

El acostumbramiento ha sido lento pero progresivo. 

Y nada que preocuparse de la rodilla, que me estoy cuidando!!

Aún me falta conocer tanto del país y de su gente, que cuando tenga un teclado de verdad me pondré a escribir más y mejor.

Por ahora pedaleando, pensando y extrañando, planeando futuro.

Qué bien que también estés feliz, eso es importante. Te extraño.