domingo, 1 de enero de 2012

Recuento

Ya que pasó el 2011, hay que hacer un recuento de cómo pasó el año y ver que el 2012 sea aún mejor.
Hace unos días, en los pastos como siempre dije que queria que se acabara el año de mierda. Pero pensé, casi después de decirlo que no, no fue un año de mierda y sólo decía eso porque es casi un dicho, el año fue una mierda y ojalá que el siguiente sea mejor.

Después, empecé a pensar en todo lo que había hecho, en todas las experiencias, los carretes, las personas que conocí [que por cierto, son inolvidables ], las weas que probé, todo lo que viví.
En este año hice casi 180 entradas, tripliqué casi a años anteriores, no hay duda de que fue un año gigantesco, con millones de experiencias de las que espero haber aprendido algo.

El hecho de que este año haya estado en un estado movilizado, haber vivido las movilizaciones y que me permitiera ese tiempo disfrutarlo, carretearlo fue algo que de ningun otro modo pude haber conseguido.

Recuerdo el principio, todas esas ganas, la experiencia del mochileo y los interminables carretes de principio de carrete. Después, Mendoza, seguir dandole a las clases, faltar todo lo que podía a la U, movilizaciones, marchas, la toma de casa central, un septiembre un tanto raro, amores, desamores, mi cumpleaños, el segundo semestre que hizo que lo que quedaba de año se nos fuera entre los dedos, sufriendo por el estres, postular a la beca, casi confirmar que me voy a francia.

Ahora, queda ver cómo estará este año, lleno de rarezas, de bicicletas, de expectativas.

Misteriosamente, después de ayer, ya no quiero más marihuana por un tiempo. Fue un carrete un tanto raro, aprendí de cómo exigirle a mi cuerpo y hacerme dejar de sentir.