lunes, 21 de enero de 2013

Imaginen

Una casa congelada en el tiempo.
No porque el tiempo no pase en ella, sino porque no pasa nada a lo largo del tiempo.

El polvo se acumula, las arañas tejen redes más y más intrincadas mientras ven cómo todo transcurre lento, un día tras otro y todo continúa igual.
Un rayo de luz entra por algún recoveco entre la madera, el polvo se mueve lentamente en un movimiento browniano que sería relajante de no ser porqué, el ambiente es oscuro.
Todo quedó congelado de la peor manera posible.

Una pelota de futbol en la misma posición que quedó, quemandose por un lado mientras gente camina por al lado sin siquiera notar que está allí.
Toda la habitación desordenada con ira. Todo revuelto, allí donde no debería estar. Objetos rotos, vidrio en el suelo, una frustración gigantesca reflejada en cada objeto y en su sombra.
Y cada día verlo allí. Todo intacto, como si el tiempo no desgastara a los objetos.

Y eso es porque el tiempo te desgasta a ti. El precio que hay que pagar por llevar el pasado en el presente.

jueves, 17 de enero de 2013

Ella

Ella, es quien me saca las mejores sonrisas, esas que están bien adentro y te hacen sentir bien.
Que últimamente dice que compremos esa cerveza que hace que todo sea mejor.
Esa que a veces con un simple gesto, hace que vayas todo el camino a tu casa sonriente, pensando en lo bacán  que es el mundo.
Que vuelves a ser tu.

Que me abraza y me hace sentir que todo está bien.
Que me hace escuchar papa negro y bacilar solo, escuchando y escuchando.
Que me hace dormir pensando en alguien.
Que proyectarse no sea un salto al vacío.
Que si insistes, escucha toda esa física matemática inentendible.
Que valga llegar a tu casa tarde.
Que me promete los mejores viajes de mi vida.
Que a veces me sorprende con movimientos que me sacan de mi mente.
Que me pregunta cosas a las cuales no tengo respuesta.
Que se cuelga y se ríe con mis comparaciones estúpidas.
Que conoceré lugares y la conoceré a ella.
Ella.


viernes, 4 de enero de 2013

Puta la wea

Puta la wea. No se qué hacer, el tiempo no pasa, no me siento apañado, no quiero seguir viviendo acá, todo el mundo tiene dramas y yo quiero irme lejos, tan lejos que ni yo quiero saber dónde estoy y no tener que pensar en el futuro ni recordar nada.

Todo se derrumbó hasta el punto en el que no tengo nada, ni pareja ni familia. Por un lado no sé las reacciones, por el otro no sé qué va a pasar en el futuro, mañana, al almuerzo, todo cagó de una manera notable.  Todo encajó de una manera siniestra.

Y me entero de cosas que hacen que todo sea aún peor. Que todo sea peor y que den menos ganas salir adelante. Saber que mañana no sabré qué hacer y que me tendré que levantar muy temprano porque dormiré mal y que habrá una pesadilla, una pesadilla al despertar.