jueves, 6 de julio de 2017

Python

La vida cambió. O la vida ha estado cambiado. Como decía Roland, el mundo se ha movido.

Se puso más seria, más lúgubre, más real. Se tornó más finita, Veo el cerro desde mi oficina, veo tu sombra, siento tu compañía y tu pérdida. La virgen dejó de estar ahí, mirando hacia adelante, y en cambio giró su rostro hacia el infinito.

También se volvió más rica, más profunda y se llenó de amor, de un amor que colorea cada espacio, cada momento, que brilla como una estrella que descubre que hay mucho combustible para quemar, y se entusiasma, se agita de goce ante el gran escenario, el futuro, que está frente a sus ojos.

Y cuál es la acción que hay detrás del descubrimiento del inmenso amor que hallamos en nuestro interior, sino la disposición a crecer, a darle espacio en nuestro interior y conocerlo, aprovecharlo y disfrutarlo.

Por ahora me mantengo en este nuevo trabajo, sentado, laburando y por ahora aprendiendo Python, resolviendo tutoriales. La vida pasó a ser otra.