sábado, 10 de septiembre de 2011

Correos

Ayer fui a correos de chile. He pasado miles de veces por afuera de ese edificio ubicado en el costado norte de la plaza de armas, y sin embargo nunca antes había entrado. Teníamos que enviar unas postales, así que aprovechamos de conocer el edificio por dentro. De un color blanco y altas paredes se erguía como antes. Parecía como si el tiempo no pasara, como si pudieses volver en el tiempo estilo Ahora y Siempre.

Hablaba hoy con mis viejos que con el internet el uso del correo clásico va disminuyendo.  Se va perdiendo esa tradición de los carteros, de cuándo su única arma legal era un machete para protegerse de bandidos.
Y así todo el pasado va siendo lo que es, pasado.

Envié dos postales al final.