sábado, 20 de febrero de 2010

Miles de criaturillas caminaban por el suelo de mi pieza. Afortunadamente, para ellas, el suelo es de su mismo color, así que un rápido vistazo en la noche hace que pasen desapercibidas, pero sé que cuando volteo buscando la forma cómoda de dormir (sé que debe existir) ellas caminan y forman figurillas en el suelo. Si tan sólo se distinguieran del suelo las podría entender y así ahorrar el dolor que me hacen pasar ante sus frustraciones. Porque anoche me pellizcaron un hombro cuando yo, en la posición en que me encontraba no veía lo que me intentaban, con tanto anhelo, decir.
Sé que hay algunas que viven en lo alto de mi closet. Cuando dije que le pondría cortinas al parecer se alegraron, si llegan a ser de color distinto me podrán hacer un espectáculo nocturno con sus cuerpos. El problema es que ni yo ni ellas sabemos si pueden moverse con facilidad por una cortina (notese que en mi pieza sigue habiendo gravedad).
Al parecer lo que queda es cambiar el color del suelo, pero no creo que me dejen. Son bastante intransigentes en cuanto al suelo.

Pensaré si junto dinero para comprarles luces (estilo de navidad) y darle una a cada una para que se pueda ver claramente.

Creo que cuando escuchan Johnny Cash roncan cuando duermen, mejor lo cambio.

Googlee, pero al parecer nadie más tiene en sus casas, así que nadie les ha sacado fotos.

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