martes, 1 de noviembre de 2011

Galgos

Estaba estudiando y leí algo de los perros galgos.
Hace tiempo que no pensaba en los perros, y en ese deseo insatisfecho que tienen en las carreras. Perseguir el señuelo, muchas veces sin alcanzarlo.

Pero, piensen en un galgo que sí atrapa el señuelo, ya sea por un error del encargado de arrearlo o bien por una capacidad nunca antes mostrada en cuanto a la capacidad física de sus músculos, sorprendiendo tanto a tu entrenador como al público, alcanzando el señuelo.
Qué pensará el perro en el instante anterior a que sus dientes se rompan. Una especie de extasis, de sentir que ya no tendrá que seguir corriendo, que el objetivo del momento fue alcanzado, y con creces.
Esa felicidad que viene antes de la derrota, de la derrota total debe ser máxima. Sino, no valdría la pena.

Ya, debo seguir estudiando.

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