martes, 4 de septiembre de 2012

Tenía un sabor agrio

Y bastante seca la boca.
Me levanté a buscar agua a la cocina en el vaso gigante que me regalaron para mi cumpleaños pasado, y mientras los pies se me enfriaban rápidamente pensé que ese estado, al cual aún no le pongo nombre era lo más cercano que puedo concebir como ser adulto. Irónico el hecho que después de afeitarme y parecer aun más un pendejo, estaba más cerca de la adultés, esa que tanto me pediste.

Y me parece un tanto extraña esta situación, siento una seguridad, más como un sino que como una certeza, de que me dejarás, que como eres capaz de aburrirte y desaburrirte rápido no te va a costar olvidarte de mi, y seré solo un capítulo de tu vida, tal vez como un amor de verano que duró más de lo adecuado, pero un amor de verano al fin y al cabo.

En vez de insistir que me aburriré de ti es mejor no hacer cosas que aburren. Siempre es mejor solucionar los problemas y los finales tristes que solo enumerarlos.

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