Sumida en mí misma.

Sí, es que sólo quiero escribir pues en estos momentos no tengo realmente ganas de nada más, estoy muy triste, aunque eso no sea muy común eso en mí y además, ni siquiera creo tener motivos suficientes para sentirme así,, pero a veces pasa y hay que saber convivir con los distintos estados anímicos a los que estamos expuestos de vez en cuando, como yo en estos momentos estoy experimentando variadas emociones.
Yo desde algún tiempo me he sentido con una necesidad, por decirlo así, de apartentar algunas emociones, porque creo ser quien mantiene el equilibrio y la tranquilidad en momentos tensos en mi casa... ya que, mi mamá y mi hermano sufren de depresión y por ese motivo mi hermano nos ha hecho pasar cosas muy fuertes que de un momento a otro cambiaron mi visión de vida y quizás hasta mi forma de ser. Ahora creo que ya todo eso quedó en el pasado, aunque en cualquier momento podría volver a suceder, pero creo y tengo fé en que aún queda tiempo para caer nuevamente en eso.
En los momentos de más tensión que pasamos hace algún tiempo, mi papá fue un gran apoyo para mi mamá y para mí, sin embargo, él tiene muchas preocupaciones, tanto como familiares o ya sea laborales y esas son excusas suficientes para caer en algún tipo de presión o más bien, estrés. Bueno todo entendible, aunque para mí ése fue el motivo por el cual yo me sentía a penas despertando de una vida mágica, de un mundo totalmente fantástico en el cual se vive encerrado dentro de una gran burbúja, para luego vivir la vida plenamente con sus amarguras, tristezas, logros y alegrías a la vez. Pero para mí eso fue lo que marcó la madurez en mí, la responsabilidad de poder ser una persona fuerte, que entregara amor y sonrisas a los demás sin nada a cambio, sobretodo alguien comprensivo y humilde... Cumpliendo el rol hasta de la payasita de la familia en los momentos más crueles, pero probablemente en intentar eso no hubo nada de malo y ese personaje me resultó bastante bien. Hasta el día de hoy me siento con el labor de ser yo quien apoye y genere las sonrisas de mi familia, pues muchas veces me lo han agradecido enormemente y eso me llena el alma de verdadera felicidad, pero hoy que he crecido un poco más como persona y entiendo aunque sea un poco más las cosas de la vida... siento que hay algo en mí que está cambiando, puede ser que ese personaje feliz y que logra irradiar eso, se está perdiendo... Aunque esté completamente conciente de que devería ocurrir lo contrario, sin embargo, estoy un poco aliviada al poder saber que nunca perdereré mi alma de luchadora y estoy segura que nunca caeré en algún tipo de enfermedad como la depresión, aunque por antecedentes familiares tenga mucha tendencia a hacerlo, pero confío enormemente en mí y en lo que puedo valer. Pero me siento preocupada de sentir o pensar que esa alma tan sana y llena de carisma, a estas alturas no sea más que un disfraz construído propiamente por mí... y que ya está dañado y desilachándose poco a poco.
Al momento de tener que vivir algún momento duro, siento melancolía enseguida y no lo puedo evitar..., ya no me preocupa llorar frente a mi familia cuando algo va mal, aunque sé que si eso ocurre perderán espectativas de acuerdo al gran apoyo que yo podría dárles en momentos difíciles y me daría impotencia saber que ése puede ser otro motivo más para cooperar con la tristeza dentro de sus corazones.

Quiero volver a ser la misma que era antes, pero ni para eso me siento capaz... no sé qué me pasa, soy aún muy joven y estoy conciente de que la vida empieza recién para mí... sé que queda demasiado camino por recorrer y para aprender sobre la vida y por sobretodo me queda aún descubrir qué es la felicidad... e ir en busca de ella.


Por darme un ejemplo a mí misma; Hoy no sé dónde estará mi gato (el cual amo enormemente). Creo que nunca había salido por tantas horas... y si no vuelve, ya no sé cómo tendría que reaccionar y absurdamente ya no me siento preparada para nada, ni para llegar a pensar que quizás anoche haya sido la última vez que lo podría haber visto.


¤ AstRaLEs . . .