viernes, 15 de julio de 2011

Es triste

Ayer estabamos en un concierto. Habían muchas bandas tributo, e intentaban simular woodstock. Siempre he pensado que una de las cosas que me encantaría vivir sería ese recital. Esos interminables tres días que quizás se me pasarían volando. Pero la experiencia perduraría.
Salió un caño. Era grande y lo fumamos entre los dos. El roce de mi piel con mi ropa producía sonido, y el hecho de moverme era una banda sonora interminable. Podía escuchar cómo sonaba mi cuello, mis pies, mis muñecas.
Después, el movimiento de mis articulaciones producía sonido. Hasta el movimiento ocular. Era fantástico.

Empecé a pensar. Tus argumentos que en su momento me parecieron infantiles de pronto cobraban una fuerza sustancial que me hacía sentir más y más pequeño.
Y es que, ese argumento nació de mi mente cuando me di cuenta que también era tuyo. Que tu tenías la razón, que yo estaba obnubilado.
Y eso fue lo más triste. Asumir que tu tenías la razón, junto con las consecuencias que ello conlleva.
Sigue siendo triste :(

Adiós.

En un rato, salgo hacia la casa de Miguel. Qué buen día para hacer un asado. Mucha lluvia, calles inundadas y una tormenta eléctrica pronosticada.
Mi Mamá me dijo que saliera abrigado. En eso estaba pensando antes que me lo dijera.

Espero que llegue gente.

1 comentario:

Rayen dijo...

Muy triste...

Fue bueno verte ayer :)
Me gustan tus abrazos...
Nos vemos por ahí!