Que me regalaban dos ipod touch, y los andaba trayendo ambos.
De pronto me aburrí de uno y empecé a escuchar música en el otro, y me bajé en estación Parque Bustamante y dejé el primer ipod en el anden.
Estaba tan volado en mi sueño, que me fue imposible volver a la estación a buscarlo, por más que lo intentaba.
Hacía cambio de andén en baquedano, pero no alcanzaba a subir al metro y luego tenía un apagón de tele y estaba en otro lugar.
Pasó eso como cinco veces.
Después terminó el sueño, o desperté.
Era como: por más que lo intentes, nunca tendrás lo que perdiste. O lo que dejaste a propósito en el camino. O esta vez; en la estación Parque Bustamante.
1 comentario:
lo bonito de los blogs es que aunque aveces no hayan comentarios, si hubo alguien que leyó las entradas.
me acordé de que una vez tube dos ipod; uno me lo compraron y el otro lo obtuve de una dudosa procedencia. ocupaba los dos hasta que le presté el mio a mi primo y lo perdió, estoy seguro que lo debe haber vendido.
saludos :)
augg,
Publicar un comentario