martes, 18 de octubre de 2011

Asleep

Mierda. Creo que es la mejor manera de empezar esto.
Hoy por segunda vez le tomé atención a esta canción. Estas ganas, desde el sábado de escuchar sólo a The Smiths.

Sing me to sleep
Sing me to sleep
I'm tired and I
I want to go to bed

Sing me to sleep
Sing me to sleep
And then leave me alone
Don't try to wake me in the morning
'Cause I will be gone
Don't feel bad for me
I want you to know
Deep in the cell of my heart
I will feel so glad to go

Sing me to sleep
Sing me to sleep
I don't want to wake up
On my own anymore

Sing to me
Sing to me
I don't want to wake up
On my own anymore

Don't feel bad for me
I want you to know
Deep in the cell of my heart
I really want to go

There is another world
There is a better world
Well, there must be
Well, there must be
Well, there must be
Well, there must be
Well ...

Bye bye
Bye bye
Bye ...



Aunque no me gusta. Más bien la letra. Quizás al principio sí. Qué ganas de que pasara eso, de estar cálido, sin preocupaciones. De estar feliz.




Un pan con queso, jamón, ketchup, orégano y merkén. Un trozo de queque de plátano, mi favorito. Un vaso de leche descremada, sin nada. Un arrollado primavera una media hora antes. Un tabaquillo, un sorbo de báltica, una aspirá hasta dentro de thc. Al revés.


Y no me gusta cómo ni lo que escribo. No quiero estar escribiendo, no quiero que la vida siga. Hoy estuve tres horas sentado frente a un computador, usando exel y viendo cómo mi multímetro no funcionaba. Era un fusible malo. El concepto de fusible me agrada bastante. Algo pequeño hace que no funciones lo más grande, lo más importante. Sin embargo ese algo pequeño es cambiable, y de un modo fácil. No es sólo acomplejarte con que ese algo pequeño funcione mal, cambialo y ya!.


Pero no sé. No sé por qué mi corazón se acelera al ver que ya no estoy, que ya no hay un acceso directo hacia mi, allí, en ese lado derecho donde siempre leías lo que decía, por más que te lo sabías. Algo como el mundo (sub)objetivamente.
Y esa canción una y otra vez. enésima vez en el día.


Y siento que me hundo en la cama. Quiero llegar profundo, tan abajo que la voz de Morrissey llegue sólo como un murmullo, un susurro inundado de melancolía y de invierno. Sí, asocio el invierno a la melancolía. O a estar mirando, no solo, solo es feo, cómo las gotas de lluvia chocan contra la ventana. Y ese sonidito, que tan bien queda con el jazz. Ese sonido de lluvia.


Hoy, muchas personas alegaron en contra de mi mal humor. Algunos sacandome en cara el malhumor de ayer. Esas ganas de zamarrearlos y decirles que no sabes por qué dicen eso. Que no sabes por qué no entienden que tu tampoco entiendes nada, por qué estás así (y ahí) y por qué sigues igual.

Y algo bueno? Apareció mi gorro. No lo perdí de curao, la valo me lo quitó y pasó de mano en mano hasta que volvió.


Y que derrepente no quieres seguir estudiando algo que ya no te gusta. Algo que ya no te llena, sólo te entretiene. Que no te puedes pasar la vida jugando.
 

No hay comentarios: